Aspaym alerta de la precariedad laboral por el teletrabajo
La entidad trabaja con 96 personas en Camponaraya y ha detectado menos contratos
La asociación Aspaym denunció ayer en un comunicado la creciente precariedad laboral en el colectivo de la discapacidad como consecuencia de la pandemia. Según sus datos, la situación ha empeorado durante 2020 y 2021 como consecuencia de medidas como el teletrabajo, «que ha puesto de manifiesto la gran brecha digital que existe en el colectivo», señalan desde Aspaym.
La entidad retomó la actividad de su programa de empleo de forma presencial en Camponaraya en el mes de octubre de 2020, así como en el resto de sus delegaciones, con todas las medidas sanitarias oportunas para garantizar la seguridad de los usuarios, que son personas con discapacidad en búsqueda activa de empleo. «Quizás algunas personas con discapacidad han demostrado miedo o incertidumbre respecto al Covid, ya que muchas son personas de alto riesgo, rechazando participar en formaciones presenciales o incluso en procesos de selección de ofertas de empleo, por miedo al posible contagio y sus consecuencias», comenta Soraya González, técnico de empleo de Aspaym en Camponaraya.
En un momento en que la tecnología, lo online y lo digital han sido fundamentales, el colectivo de las personas con discapacidad lo ha tenido muy complicado tanto por falta de medios, como por falta de accesibilidad digital o formación. Además, «por el tipo de perfil de las personas contratadas con discapacidad, ocupan puestos que no permiten teletrabajar», apunta González. Por parte de las empresas se han detectado necesidades «principalmente en puestos de limpieza y desinfección» que han sido los más demandados, aunque «en el año 2020 ha habido menos ofertas de trabajo que en años anteriores», señala la técnico de empleo de la entidad.
De esta manera en el Bierzo se ha trabajado con 96 usuarios con discapacidad dentro de su bolsa de empleo —de los que 62 son ombres y 34 mujeres— y se han realizado 50 contratos laborales.
No ha sido un año fácil tampoco para los técnicos de empleo de la entidad, «en mi caso el trabajo no se ha desarrollado normalmente ya que he estado en situación de Erte durante gran parte del año. El resto del tiempo me he encontrado con distintas situaciones, desde personas que prefirieron hacer un parón en la búsqueda de empleo por miedo al contagio, hasta personas que demandaban una atención más intensa respecto a información laboral frente a las nuevas situaciones, normativas o ayudas concretas surgidas como consecuencia de la pandemia», comenta González.
En el centro de León la situación ha sido similar. Aspaym ha trabajado con 88 usuarios con discapacidad dentro de su bolsa de empleo —57 hombres y 31 mujeres— y se han realizado 39 contratos laborales en la ciudad. «No ha sido un año fácil y las dificultades en la contratación se han dado «por la situación que vivieron las empresas y que algunas siguen pasando, y por otro lado no hemos detectado que se exijan mayores requisitos para cubrir los puesto», comentan las técnicos de empleo de la entidad en León. «No podemos señalar nuevos perfiles porque el número de ofertas se vio muy reducido, pero se siguieron demandando principalmente personas para tareas de limpieza, para mantenimiento o para atención al cliente y ventas».