Ciuden
Los fondos de transición dejarán más de 100M€ en el León minero
Es un tercio de la inversión total y 30M€ son para el proyecto de hidrógeno verde de la Ciuden
El Gobierno de España ha conferido a la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) un papel crucial en la gestión de los fondos de Transición Justa y, por esta razón, tanto el secretario general para el Reto Demográfico, Francisco Boya; como la directora del Instituto para la Transición Justa (ITJ), Laura Martín, presentaron ayer las líneas de trabajo para las zonas mineras de León en las instalaciones del centro tecnológico de Ciuden en Cubillos del Sil. Allí desgranaron las cifras millonarias de un plan de recuperación dotado con 300 millones de euros para todas las zonas afectadas por el proceso de transición que dejaría en la provincia más de cien millones para la promoción de alternativas económicas en los territorios afectados por el cierre de la minería. «Un tercio de los fondos sería para el León minero, es decir, Bierzo-Laciana y las montañas centrales», destacó la responsable de ITJ.
Los números de la apuesta por la Ciuden no solo se concretan con una inyección de 16 millones de euros para su «reactivación», sino otros 30 millones adicionales, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para desarrollar el proyecto de almacenamiento energético e hidrógeno verde. «Ambas iniciativas supondrán el relanzamiento de la Ciuden como centro de innovación del Estado en un territorio históricamente vinculado a la producción energética», aseguró Laura Martín.
Escombreras
Y es que la energía «es uno de los elementos claves de transformación». Una energía «sostenible y renovable», dijo Francisco Boya que se ha convertido en un sector pujante y mayoritario entre las casi 400 propuestas de proyectos presentados a los fondos de transición, el 60% de los cuales están todavía en una fase inicial. El turismo y los sectores manufacturero y primario (agricultura y ganadería) son los otros ejes sobre los que pivotan la mayoría de las iniciativas para la recuperación de los territorios afectados por el cierre de la minería y las centrales térmicas.
Reto demográfico
Los 107,8 millones de euros de ayudas que el ITJ destinará a León incluyen 44,6 millones de los costes de las prejubilaciones y bajas incentivadas de los mineros que cesaron su actividad en diciembre de 2018, 900.000 euros para el servicio de orientación laboral de estos trabajadores y también las ayudas para infraestructuras de municipios mineros y con centrales térmicas en proceso de cierre, que «han recibido 23,7 millones», apuntó la directora del Instituto para la Transición Justa, que también ha destinado una partida de más de 20 millones de euros para la restauración y recuperación de escombreras del carbón. Aquí se incluyen actuaciones como de la de Nueva Julia (Cabrillanes y Villablino) y La Escondida (Caboalles de Abajo). También el proyecto pendiente de ejecutar en la Gran Corta de Fabero.
«Queremos que sea un plan de restauración modélico, que los proyectos lleguen acompañados de un plus, bien de biodiversidad o bien de generación de nueva actividad», aseguró Laura Martín. Por esto —añadió— se contempla la creación de una «ruta de fósiles de atractivo turístico» en la Gran Corta o la instalación de «pequeñas plantas fotovoltaicas». En lo que a recuperación de espacios degradados por la actividad minera se refiere, la directora del ITJ subrayó que de los 150 millones de euros consignados a este fin en todo el territorio nacional, entre 60 y 70 millones serán para el Bierzo.
Ayer se habló de transición justa, pero también de reto demográfico. Frenar la despoblación de las zonas rurales, especialmente aquellas afectadas por el fin de la minería, es uno de los principales retos del Gobierno y para ello ha orquestado un plan con 130 medidas y una dotación de 10.000 millones de euros. «Esta es una zona muy castigada por la despoblación y, por primera vez, este es un tema que está en la agenda política y que cuenta con una herramienta para hacer frente al vaciamiento de los territorios. Lo que hay detrás de la despoblación es un problema de cohesión territorial», aseguró el secretario general para el Reto Demográfico.
El objetivo principal es que los jóvenes apuesten por el medio rural y, por primera vez, la pandemia ha provocado un cambio y «cien mil personas han hecho el recorrido inverso y se han ido de la ciudad a los pueblos», dijo Francisco Boya, confiando en que dicho cambio «se consolide» y para ello «tenemos que acercar la innovación y el talento a las zonas rurales». De momento, ya se han empezado a dar pasos para que «200 estudiantes realicen sus estudios de grado en el ámbito rural». «Queremos reforzar los lazos afectivos entre los jóvenes y el espacio rural y el cambio de contexto puede empezar por la aproximación de los ámbitos universitario y del conocimiento», aseguró el responsable de Reto Demográfico en su comparecencia en las instalaciones de la Ciuden.