La Fábrica de Luz recibe 196.000 visitas en sus diez años de andadura

El Museo de la Energía de Ponferrada cumplirá diez años mañana miércoles 14 de julio, una década en la que ha recibido más de 196.000 visitantes en sus instalaciones de la antigua central de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP).

Madrid (27%), Castilla y León (20%), Galicia (13%), Cataluña (7%) y Asturias y País Vasco (6%), han sido las zonas de origen de la mayoría de los visitantes en el último año, según fuentes de la institución, que explican que, como consecuencia de las restricciones de movilidad desde finales de 2020 y principios de 2021, la tendencia ha cambiado notablemente, siendo en su mayoría personas de la Comunidad de Castilla y León, especialmente de Valladolid, Burgos y León. Asimismo, se ha incrementado la asistencia por parte del público local de la comarca del Bierzo que ha centrado su interés en la oferta más próxima, revisitando la instalación y participando en su programación cultural.

«Las actividades dirigidas a turismo familiar son algunas de las motivaciones que los visitantes han encontrado para conocer La Fábrica de Luz. Museo de la Energía. Además, el interés creciente por el patrimonio industrial es uno de los alicientes que los amantes de esta disciplina encuentran en Ponferrada, siendo la antigua central de la MSP uno de los elementos destacados del patrimonio industrial español», remarcan desde el Museo.

Y es que ha pasado ya una década desde aquel 14 de julio de 2011 en el que la antigua central abrió sus puertas al público como museo con el objetivo de dar a conocer, preservar y divulgar el importante patrimonio industrial que representa la instalación, «pero también de mantener la memoria de una parte destacada de la historia de las comarcas del Bierzo y Laciana», recuerdan en la institución.

Para Yasodhara López, directora del Museo, el balance es positivo y el futuro se afronta con optimismo: «Se ha trabajado mucho para forjar la base de un museo donde, desde el primer momento, lo importante son las personas. Por ello, con motivo de este aniversario hemos querido centrar la atención en todo un equipo que, a lo largo de estos 10 años, ha puesto esfuerzo e ilusión por recuperar, conservar y divulgar la labor de la que está considerada una de las joyas del patrimonio industrial español», explica.

Además, desde la dirección se remarca la importancia del apoyo del público y de que el Museo se abra a la ciudadanía. «La antigua central ya era un elemento que muchos sentían como propio pero, poco a poco, se ha ido logrando una participación más activa; contar con un museo vivo en una central con historia».

La situación sanitaria ha supuesto todo un reto para una instalación en la que la presencialidad es uno de sus puntos más fuertes. «Hemos tenido que adaptarnos y buscar opciones para continuar en contacto con el público. Por ello reforzamos nuestra estrategia digital, se desarrollaron herramientas y se ha fomentado una mayor interacción con una comunidad digital que crece», apunta Yasodhara López. «De todo esto, también hemos sacado conclusiones», añade.