Caso del hombre del árbol
Un empresario dona la ayuda para llevar a un piso al hombre del árbol
El benefactor ofrece pagar el alojamiento a Cáritas, pero los servicios sociales buscan otra salida
La situación de Francisco Javier Carballo —el hombre que desde el pasado domingo ha pedido ayuda a través de este periódico para dejar de vivir debajo de un árbol en el centro de Ponferrada— lleva camino de resolverse. Ayer, un empresario que está al frente de una multinacional se puso en contacto telefónico con el periodista que lleva el caso y, —tras solicitar el compromiso de que no se diera a conocer su identidad y permanecer en el anonimato— mostró su total disposición a correr con todos los gastos de un piso de alquiler para sacar de la calle a esta persona, nacida en Paradela de Muces (Priaranza del Bierzo), y que ha permanecido los últimos tres años a la intemperie (incluida la pandemia), bajo un abeto situado entre la estación de autobuses de la ciudad y una gasolinera.
El donante puso de manifiesto que pagará el coste del piso «durante los seis meses, un año o el tiempo necesario que haga falta», hasta que sea ingresado en una residencia o se encuentre otra alternativa que digan los servicios sociales. La ayuda del benefactor sería para que los servicios de una entidad benéfica puedan atender a Francisco Javier de forma temporal, y poner orden durante ese tiempo a su situación de necesidad para el control de la medicación, manutención, ropa y demás.
Un sacerdote y una responsable de Cáritas, junto con un periodista, mantuvieron ayer mismo una reunión con el afectado en la zona de la ciudad donde vive a la intemperie. Francisco Javier fue informado de la existencia de muchas personas que le quieren ayudar, de los servicios sociales, y en especial de la inmediata ayuda que le ha brindado una persona anónima. Se le dijo que iría a un piso alquilado, que pagará el empresario, y que se encargarían desde Cáritas de todo el papeleo necesario para gestionar durante ese tiempo en el piso su ingreso posterior en un centro y recibir una atención adecuada.
Consultado sobre la propuesta de abandonar su actual morada —salir de debajo del árbol e ir al piso— el hombre mostró su disposición a trasladarse a la vivienda que se le ofrece o aceptar otra alternativa. Eso sí, dejó bien claro que él no iría al Hogar del Transeúnte de Ponferrada y se mostró preocupado por una situación burocrática sobre la «fe de vida» que recibe cada año para poder percibir una pequeña paga por su invalidez.
Desde Cáritas se brindaron a correr con los trámites burocráticos y también forman parte de este equipo de trabajo los servicios sociales, con los que ya colaboran de manera habitual en otros casos complicados.
Con estos precedentes, el empresario mostró a este periódico su disposición a cubrir la factura del coste del piso, más luz y agua, durante el tiempo que necesiten los técnicos para llevar a Francisco Javier a una residencia o donde sea. Tras darle las gracias por su colaboración, el directivo de la multinacional pronunció a este diario la siguiente frase: «No es para agradecer. Ayuda el que puede y en este caso puedo».
De esta forma, —aunque con dudas, dado que han existido otros intentos precedentes de búsqueda de solución para Francisco Javier que no han cuajado—, ahora el afectado sí se ha mostrado dispuesto a que le ayuden. Éste, de nuevo lo corroboraba ayer al hacerlo público.
Otra solución definitiva
Con todo, a última hora de ayer, desde Cáritas y desde los servicios sociales han dispuesto que están trabajando en otra solución que aporte una salida global y definitiva, que no pase por llevar a Francisco Javier al piso que está dispuesto a pagar el empresario. Sería una solución de los servicios sociales públicos y no temporal en el piso.
otra visión en el ayuntamiento Como es sabido, desde el Ayuntamiento de Ponferrada que dirige el alcalde Olegario Ramón, la concejala de Bienestar Social, Lorena González, se ha mostrado muy enfadada por dar a conocer la situación de esta persona, e incluso ha escrito que Francisco Javier no quiere ayuda. Lo mismo que el alcalde, que, después de que este periódico le solicitase por escrito, en dos días, información de si han avanzado en algún tipo de gestión, ayer la respuesta fue mostrar queja contra el periodista y el medio, y decir que están gestionando la situación.