"Nos tiraron un bidón de gasolina y un leño ardiendo"
El gerente de Cat & Rest, Miguel Ángel Rodríguez, evaluaba ayer los daños «cuantiosos» que ha sufrido su negocio y tenía claro que el lanzamiento de piedras, de botellas, y algo más, estuvo a punto de provocar algo más grave. «Nos tiraron un bidón de gasolina y un leño ardiendo contra una de las furgonetas aparcadas. Imagínate si llega a arder», contaba horas después de los incidentes, a la espera de que los peritos del seguro la adelante una cifra. Ventanas, ordenadores y hasta las paredes y el techo de alguna estancia fueron alcanzados por las piedras, alguna de gran tamaño. «A alguno deberían llevarle a los Juegos Olímpicos», ironizó. Y, dispuesto a denunciar a los sindicatos, negó, al contrario de lo que afirmaba el comité de empresa, que los incidentes fueran cosa de personas ajenas a los trabajadores. El del bidón, dijo, era un antiguo empleado de Cat & Rest que ahora trabaja en LM.