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El preacuerdo de LM deja en 351 los despidos y amarra la planta al Bierzo

Los más de mil trabajadores decidirán, hoy en varias asambleas, si aceptan lo que se ha pactado

Grupo de trabajadores que se desplazó el jueves hasta León con motivo de la reunión. FERNANDO OTERO

Ponferrada

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Más de 20 horas duró la octava y última reunión negociadora del ERE presentado por LM Wind Power. Una jornada maratoniana y agónica que concluyó a primera hora de la mañana de ayer con un principio de acuerdo que —según fuentes de la negociación— rebaja de 393 a 351 el número de despidos y que ahora deberán ratificar, o no, los más de mil trabajadores de la planta. Lo harán en asambleas convocadas a partir de las 9.00 horas de hoy. El documento garantiza la viabilidad de la fábrica a futuro mediante una firma que tiene los avales de la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Industria. La posible deslocalización era uno de los temores apuntados por el comité, si bien la empresa ya lo había negado.

«Se ha firmado algo que asegura la viabilidad, sobre todo porque está ratificado tanto por la Junta como por el Ministerio. En este sentido, es un acuerdo similar al que se firmó en 2011, pero actualizado a la situación y al volumen de trabajadores actuales», explicó el presidente del comité, Gabriel Garnelo. Hay que recordar que, por aquel entonces, la plantilla no llegaba a los 200 operarios y ahora sobrepasa el millar. Un total al que habrá que restar los 351 despidos previstos. «No es el acuerdo ideal, pero sin acuerdo el escenario sería peor», dijo Garnelo.

Las opciones de recolocación de parte de los despedidos en las fábricas del norte de Francia y de Castellón se mantienen, pero con nuevos matices que el comité no ha querido desgranar para que sean los trabajadores los primeros en conocerlos. No obstante, fuentes de la negociación han confirmado a este periódico que el documento incluye variaciones en las cifras y también diferentes tipos de condiciones para la recolocación y de voluntariedad, entre otros. Todos esos matices —algunas fuentes hablan incluso de la posibilidad de ofrecer prejubilaciones— son los que han llevado a un acuerdo extenso y a una reunión de más de 20 horas.

«Las condiciones deberán ser conocidas, en primer lugar, por nuestros compañeros y compañeras, que tendrán la capacidad de decidir, mediante votación con carácter vinculante. El respeto por la plantilla y sus decisiones es prioritario para nosotros». Así respondió el presidente del comité a los intentos por conocer los detalles sobre un proceso de negociación que ha culminado tras ocho reuniones, una manifestación, dos huelgas y un estallido violento en la madrugada del miércoles que provocó una rotura de las negociaciones y precipitó la mediación de la Junta de Castilla y León. Administración que ayer volvió a reiterar su compromiso «con la empresa y los trabajadores» sin querer avanzar, tampoco, cuál será su papel en adelante.

Los avalistas
La Junta de Castilla y León y el Ministerio de Industria avalan el acuerdo que garantiza la viabilidad

Tareas externalizadas
La rebaja en el número de despidos responde a la intención de recuperar tareas que se hacían fuera

Fuentes de la Consejería de Empleo explicaron que la valoración y los detalles se darán a conocer una vez que se celebren las asambleas. También dieron por cerrada cualquier posibilidad de reconvertir el ERE en un ajuste temporal cuyos costes asumiría la Junta de Castilla y León. El apoyo «técnico y económico» va, entonces, en otra dirección. «Esa propuesta no se ha aceptado pero el compromiso continúa. Las ayudas pueden ser de muchas formas, pero la que tiene que dar los pasos y gestionar es la propia empresa. Y la Junta va a estar ahí», aseguraron desde la Consejería. «Hay garantías de que se van a mantener el resto de empleos y de que la empresa va a seguir apostando por el Bierzo», añadieron las mismas fuentes.

Una prórroga instantánea

La reunión a tres bandas (dirección, comité y Junta de Castilla y León) para tratar de desbloquear el conflicto abierto en la principal industria del Bierzo comenzó a las 10.00 horas del jueves en el Centro de Seguridad y Salud Laboral de la Junta en León y contó con la asistencia, además de los miembros de la comisión negociadora, de la directora de la Oficina Territorial de Trabajo de León, Belén Díez; el director general de Trabajo, José Antonio Bartolomé; y el viceconsejero de Empleo de la Junta, David Martín. También estuvo presente el jefe de operaciones para España de LM Wind Power, José Luis Grau.

El encuentro se alargó durante todo el día y, a medianoche, las partes acordaron aprobar una prórroga del período de negociaciones, ya que este se agotaba a las 24.00 horas sin acuerdo. La prórroga fue instantánea y las partes se mantuvieron a la mesa hasta primera hora de la mañana de ayer, cuando finalmente se firmó un principio de acuerdo.

Más de 20 horas
Es lo que duró la reunión celebrada en León, que terminó con acuerdo a primera hora de ayer

Uno de los primeros en reaccionar fue el alcalde de Ponferrada. Olegario Ramón consideró una «magnífica noticia para todos el anuncio de un principio de acuerdo para desbloquear el conflicto laboral surgido» y felicitó a los agentes implicados, sobre todo porque haber llegado a un punto de encuentro evita poner en riesgo —dijo— la producción y el empleo «en el principal centro de producción de Ponferrada, del Bierzo y uno de los principales de la provincia de León».

«Seguramente no será el acuerdo deseado, pero parece que garantiza la estabilidad de la fábrica y su continuidad en el Bierzo, a la vez que dulcifica los efectos del ERE anunciado inicialmente», consideró el regidor de la capital berciana.