La CGT denuncia que la Junta da un "cheque en blanco" a LM sin compromisos reales por parte de la empresa
La sección de este sindicato en LM no firmó el acuerdo y advierte que nada garantiza el mantenimiento del empleo
Una vez resuelto el conflicto abierto en la factoría de palas eólicas de LM Wind Power en Ponferrada, la sección de la CGT ha querido explicar por qué no firmó el acuerdo refrendado por la mayoría de los trabajadores. Los motivos son los siguientes: no ofrece garantías reales de mantenimiento de empleo y apenas reduce el número inicial de despidos recogidos en el ERE. Además, el sindicato considera que las administraciones han dado un "cheque blanco" a la multinacional "sin exigirle una mínima garantía de futuro". De "negocio redondo" para LM ha tildado el sindicato el plan de medidas de la Junta de Castilla y León. "Va a aplicar casi la totalidad de los despidos previstos y se garantiza todo el apoyo económico de las administraciones cuando lo necesite", resumió.
Desgranando algunos de los detalles del texto rubricado por dirección y comité de empresa, la CGT critica que en el compromiso de mantener la actividad "no incluye fechas, ni número de personas, ni garantía de traer nuevos modelos a la planta de Ponferrada. Lo único a lo que se comprometen es a hacer el trabajo que ya se le presupone a la dirección de una fábrica". "No es lógico que una empresa que presenta beneficios se agarre a medidas traumáticas y no valoren otras medidas voluntarias y menos agresivas", denunció la organización sindical, asegurando que se da la circunstancia de que hay "personas que desean abandonar la empresa que no van a poder acogerse a las condiciones del acuerdo y muchas otras que no desean irse y tendrán que abandonar la fábrica"
"Bochornosa". Así definió la CGT la actitud de la administraciones. "Queremos mostrar nuestra indignación con la clase política autonómica y estatal, que han salido mostrando su satisfacción cuando estamos hablando de la pérdida de 351 puestos de trabajo y la deslocalización de parte de la plantilla. Así, pese a las garantías ofrecidas por la empresa y a la posición del comité sobre la viabilidad de la planta a futuro, la CGT asegura que "se están repitiendo los pasos casi calcados a la crisis de 2011 y generando una ruta igual a la que llevó al cierre de la minería".