Patrimonio
Vega de Espinareda quiere abrir en 2023 el albergue del monasterio de San Andrés
Los 300.000 euros de la Diputación y el Ayuntamiento permitirán abordar una segunda fase de las obras en la llamada Casa del Abad
Principios de 2023 es la fecha que se ha marcado el Ayuntamiento de Vega de Espinareda para abrir el albergue de peregrinos que acondiciona en la llamada Casa del Abad del Monasterio de San Andrés, ahora que la Diputación de León ha confirmado que subvencionará las obras con 270.000 euros y el consistorio local aportará los 30.000 restantes del proyecto.
Los técnicos están redactando en estos momentos el proyecto definitivo para presentarlo dentro del plazo que establece el Programa R del Instituto Leonés de Cultura (ILC) que depende de la Diputación, un ambicioso plan de seis millones de euros para recuperar el patrimonio de la provincia y entrar en una segunda fase, que sería «darle utilidad» a algunos de los edificios restaurados, según explicó el diputado de Cultura, Pablo López Presa.
Treinta plazas
Y la función que el Ayuntamiento de Vega de Espinareda le reserva a la Casa del Abad —donde ya ha restaurado la galería de madera— es un albergue de treinta plazas para quienes lleguen a Vega de Espinareda por uno de los ramales del Camino de Santiago o atraídos por la naturaleza de Los Ancares. El albergue, cuenta el alcalde, Santiago Rodríguez, contará con habitaciones individuales, dobles y una sala de literas, además de un salón comedor, cocinas y aseos.
El dinero concedido y la aportación municipal servirán para arreglar la planta baja, donde estará la cocina y el comedor, y la primera planta de un inmueble que el Obispado de Astorga, propietario del monasterio, ha cedido al Ayuntamiento de Vega de Espinareda por un periodo de 25 años, como fórmula para que la recuperación del edificio pueda recibir financiación de fondos públicos.
Cesión
El Instituto Leonés de Cultura ya había portado, en colaboración con el Ayuntamiento, 200.000 euros para recuperar las galerías de madera y el tejado de la Casa del Abad, donde los planes municipales pasan por abrir un albergue para quienes transiten a Santiago por el llamado Camino Olvidado.
Rodríguez, satisfecho con la ayuda de la Diputación, sigue a la espera, sin embargo, de saber si la recuperación del resto del monasterio con una inversión estimada de otros 800.000 euros puede recibir fondos de Transición Justa.
El monasterio funcionó hasta 1995 como colegio diocesano. Habitado por monjes benedictinos, siempre estuvo vinculado a la enseñaza y el escritor Enrique Gil y Carrasco a principios del siglo XIX y antes de la desamortización, figura entre sus estudiantes ilustres.