El enoturismo alza el vuelo impulsado por la pandemia y la oferta crece un 50%

Aunque es pronto para hablar de cifras definitivas, ya que tradicionalmente agosto es el mejor mes del año para la Ruta del Vino del Bierzo, el enoturismo ha despegado en la comarca ayudado por el cambio de patrón que ha impuesto la pandemia y así lo constatan tanto el número de consultas de información y reservas filtradas por Bierzo Enoturismo, como el incremento de la oferta por parte de las bodegas y empresas del sector agroalimentario. De hecho, este año se ha duplicado con respecto a 2020, es decir, hay un 50% más de establecimientos que ofrecen servicios de enoturismo.

El público principal son turistas nacionales, mayoritariamente familias y grupos reducidos de amigos. Madrid, Cataluña, País Vasco y Extremadura son, por este orden, los lugares de origen de la mayoría de los visitantes que llegan al Bierzo buscando una experiencia enoturista que este verano ofrecen una decena de bodegas de vino y dos establecimientos con turismo agroindustrial. Esto son, por ejemplo, visitas para conocer de cerca el proceso de elaboración de la miel o la transformación de los productos de calidad que se recogen en la comarca, así como talleres apícolas, entre otros.

El volumen de llamadas y correos electrónicos de personas, familias y grupos interesados en alguna de las actividades que ofrece Bierzo Enoturismo es el mayor de la historia. La Ruta del Vino del Bierzo despierta gran interés en un año en el que los españoles han vuelto a apostar, mayoritariamente, por hacer turismo nacional y el de interior pisa con fuerza. Se nota también en el volumen de autocaravanas que circulan por el Bierzo y que sorprende a los alcaldes, sobre todo los de aquellos municipios con playas fluviales o que forman parte del Camino de Santiago.

Precisamente, la ruta jacobea es otro elemento de reclamo que también beneficia al enoturismo, ya que muchos peregrinos aprovechan su paso por el Bierzo para disfrutar de las experiencias que los establecimientos asociados ofrecen. De hecho, el Bierzo cuenta con cinco bodegas al pie del Camino de Santiago.

Normalmente, el 80% de los enoturistas del Bierzo son nacionales y el 20% restantes, extranjeros; pero esa diferencia se ha incrementado todavía más este año. Eso sí, mención a parte merecen los turistas sudamericanos que, si bien no suponen un volumen muy alto, sí importante en relación a las cifras generales. Sobre todo, mexicanos y venezolanos, muchos de los cuales tiene raíces en España, generalmente en Galicia, y aprovechan la cercanía con el Bierzo para conocer lo que la comarca ofrece. En el avance de la oferta enoturística juega un papel fundamental el respaldo del Consejo Regulador de la DO Bierzo.