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«Ante la falta de vocaciones, nadie se puede echar atrás»

Jesús Álvarez, el conocido sacerdote de Cacabelos, será el nuevo párroco de El Barco

Jesús Álvarez, ayer, en la parroquia de Cacabelos. ANA F. BARREDO

Publicado por
M. C. C.
León

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Jesús Álvarez, el conocido sacerdote de Cacabelos, iniciará en breve una nueva tarea pastoral en El Barco de Valdeorras. Aunque su intención era pasar a un segundo plano después de 22 años en la villa del Cúa, no ha tenido más remedio que aceptar el encargo del obispo de Astorga, Jesús Fernández, ante la falta de vocaciones y la necesidad de la Diócesis asturiciense de dar cobertura a un territorio muy extenso, según explicó ayer al hacerse público su nuevo destino.

Fue el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Adolfo Canedo, quien desveló su traslado a la vecina comarca gallega en un comunicado en el que expresa, en nombre de afiliados y simpatizantes del PP de Cacabelos, su felicitación a Jesús Álvarez y le agradece su labor en la villa, especialmente por la conservación y puesta en valor del patrimonio eclesiástico, así como por la defensa que ha hecho en estas dos décadas de tradiciones como la Semana Santa cacabelense.

Jesús Álvarez se hará cargo en Valdeorras de la parroquia de San Mauro, una de las más importantes de la diócesis. «Me lo ha pedido el señor obispo y no he podido negarme. Me voy con el corazón partido porque son muchos años en Cacabelos, pero también con la ilusión de un nuevo reto para servir a la Dios», comentó ayer a este periódico.

Balance

La recuperación del patrimonio y la Semana Santa quedan como legado junto a alguna polémica

Con 63 años, Jesús Álvarez se trasladará próximamente a Galicia aunque no perderá su vínculo con el Bierzo. «Es mi tierra; tengo aquí familia», insistió.

En Cacabelos, atendía no sólo la parroquia de Santa María sino también otros nueve pueblos. «Él fue el cura que pedía en beneficio de todos, de Madrid a Valladolid, pasando por León o Astorga, y acabando entre sus parroquianos —señaló Adolfo Canedo en una extensa carta hecha pública ayer por el PP de Cacabelos anunciando su traslado—. Él fue el cura que se ponía al frente de las obras y no le dolían prendas en calzarse el mono de trabajo para arrimar el hombro en lo que hacía falta para restaurar un patrimonio artístico que encontró ruinoso y muy deteriorado. Gracias Jesús», añade el portavoz de los populares, amigo personal del sacerdote.

La última obra ha sido la cubierta de la parroquia de Santa María, que queda hecha y pagada, enfatizó ayer Jesús Álvarez con su habitual retranca, que le ha llevado a veces a protagonizar algunas polémicas. La última, cuando se vacunó al principio de la pandemia por ser colaborador de una residencia.

En el Bierzo era muy conocido también por bendecir a los animales en la fiesta de San Antón.

«Lo asumo con todo el cariño porque ante la falta de vocaciones nadie se puede echar atrás y todos tenemos que arrimar el hombro», insistió ayer este sacerdote berciano conocido en todo el Bierzo.