Diego Casado | Jefe del Servicio de Oncología del Hospital del Bierzo
«Oncología ampliará el hospital de día para que esté más horas activo»
Diego Casado llegó al Hospital El Bierzo el pasado mes de marzo, en plena crisis de plantilla en el área de Oncología Médica ante la baja laboral de varios oncólogos. Fue el primer refuerzo y desde junio es también el jefe del servicio. Defiende la colaboración con el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) como una necesidad para mejorar la atención de los pacientes y la capacitación de los especialistas, sin que ello comprometa la independencia del equipo de Oncología del Bierzo, que enfrenta una nueva etapa tras haber conseguido superar el caos y con la previsión de algunos cambios estructurales, como la ampliación del hospital de día y la creación de una cuarta consulta.
—Con tres oncólogos en activo y dos apoyos de León, la situación se ha estabilizado, pero la plantilla de base del servicio son cuatro especialistas. ¿Hay riesgo de que se repita lo sucedido cuando se retire el refuerzo de León? ¿Debería el Bierzo tener cinco oncólogos y no cuatro?
—Sí, en Oncología necesitamos más personal y no solo médicos, también personal de enfermería y auxiliares, porque el número de pacientes está creciendo. Necesitamos aumentar nuestro equipo y necesitamos que se implementen otros servicios complementarios a nuestra actividad, como el de Farmacia, por ejemplo; o el Radiodiagnóstico.
—¿En que proporción crece el número de pacientes?
—Desde enero hasta septiembre, hemos tenido más de 300 pacientes oncológicos nuevos, son unos 50 más que en el mismo período de 2020, mayoritariamente con cáncer colorectal, de mama y de pulmón.
—¿La situación provocada por la pandemia ha influido en este incremento?
—Es verdad que con la pandemia se retrasaron más los diagnósticos pero, en general, la prevalencia de los tumores está aumentado. Lo que sí hemos podido ver en estos meses es que, por ese retraso diagnóstico, los tumores vienen mucho más avanzados localmente. Son tumores que si se hubiesen diagnosticado dos o tres meses antes, por hablar de plazos, se podrían haber operado y ahora hay que valorar otros tratamientos. Hacía muchos años que no se veían tumores tan grandes.
—De momento, se mantiene el refuerzo de dos oncólogos de León por las tardes. ¿Hay fecha para el fin de ese apoyo?
—De momento no. De momento seguiremos organizando el servicio con el refuerzo, también porque estamos en un momento de vacaciones y porque hay una oncóloga de baja. Acabamos de abrir una tercera consulta para poder ver a más pacientes y, cuando ella se incorpore, la idea es habilitar una cuarta, que puede ser dentro de la planta de Oncohematología o fuera. Es algo que se está hablando, se está gestionando y está en previsión, igual que ampliar el hospital de día, que es donde se suministran los tratamientos.
—¿Se ha quedado pequeño?
—Una de las tareas que tenemos pendiente es implementarlo para que esté más horas activo. Ahora mismo, funciona de ocho de la mañana a tres de la tarde y los martes, miércoles y jueves también está funcionando por la tarde pero para suministrar tratamientos de otras enfermedades.
—¿La idea es poner tratamientos de quimioterapia también por la tarde?
—Eso es. Es una de las cosas que estamos organizando para ver si conseguimos nosotros un nuevo hospital de día o se consigue otro sitio para el resto de tratamientos y el que tenemos sea solo para Oncología.
— ¿Qué otros cambios valoran?
—Uno de nuestros objetivos es intentar mejorar la atención del paciente con consultas de alta resolución, para que pase el menor tiempo posible en el hospital o tenga que acudir menos veces y que en el mismo día pueda realizarse la analítica, la consulta y el tratamiento.
—La imagen del servicio de Oncología Médica se ha visto gravemente afectada en los últimos meses. ¿Os habéis sentido cuestionados como profesionales en algún momento?
— Ciertamente, la imagen que se ha dado del servicio no ha sido la más adecuada porque realmente la situación era delicada. Había muy pocos oncólogos para ver a muchos pacientes y todos, tanto los del Hospital El Bierzo como los que nos han ayudado de León, han trabajado muchísimo y han hecho todo lo posible. Pero el tiempo no es infinito y hubo un momento en el que se tuvo que priorizar a pacientes en base a criterios médicos y factores clínicos, más allá del orden de llegada. La situación ha sido delicada pero no ha sido problema de los oncólogos que trabajan, sino por falta de ellos.
—Se llegó a cuestionar la independencia del servicio y su conversión en una unidad satélite de León.
—En ningún momento se ha planteado que el servicio de Oncología del Hospital El Bierzo sea una unidad satélite de León. Siempre va a ser una unidad independiente, pero manteniendo una colaboración muy estrecha con el Hospital de León. Otra cosa es que en determinados momentos la ayuda que presta sea mayor que en otros, eso también depende de la situación del personal de aquí. Pero una cosa es que la colaboración sea mayor y otra cosa es que absorba al servicio. Eso en ningún momento va a ocurrir.
—Lo que está claro es que la crisis vivida ha sentado las bases de una nueva relación con el servicio de Oncología del Caule. ¿Cómo ha cambiado?
— Antes siempre se consultaba algún caso concreto, igual que se comentaba con oncólogos de Salamanca, de Valladolid o de Madrid. Siempre ha habido una buena relación pero, evidentemente, esa relación se ha estrechado mucho más y formamos más equipo de cara también a proyectos de investigación, a ensayos clínicos, a sesiones formativas, etcétera. Lo más importante y primordial es la asistencia, pero la labor de un médico también es docencia, es investigación, es formación. Eso con la alianza con León se está favoreciendo.
—¿De qué manera se va a evitar que lo que ha sucedido en el servicio se repita? ¿Se están haciendo cambios internos o la solución será recurrir al refuerzo de León?
—Estamos haciendo todo lo posible para mejorar la organización del servicio, que es fundamental para trabajar mejor y tener el control de todo lo que ocurre. También estamos intentando hacerlo más atractivo para que cualquier oncólogo quiera venir a trabajar aquí. Habrá circunstancias sociales o profesionales del hospital o de la ciudad que puedan influir en su decisión, pero que al menos el servicio sea atractivo para que quiera venir.
—Radioterapia. Este es un tema recurrente en el Bierzo y no voy a preguntarle por asuntos de gestión pero, desde un punto de vista médico, cómo valora la implantación del servicio en un centro privado, siempre confiando en que se cumpla la promesa de implantar una unidad en el propio hospital.
— Yo lo que quiero es lo mejor para el paciente y que el paciente pueda recibir la radioterapia en Ponferrada sería maravilloso. También es cierto que hay que ver con que técnica se va a suministrar. Si técnicamente es beneficioso para el paciente y se puede ofrecer lo mismo aquí que en León, yo abogaré porque se pueda hacer aquí.
—¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la sociedad berciana?
—Hemos aprendido muchísimo de la situación vivida y uno de los mensajes que quiero transmitir es que las colaboraciones siempre son positivas. Exigen más esfuerzo, porque hay que entenderse con la otra parte, pero es muy beneficioso. En este caso, la colaboración con el servicio de Oncología de León ha sido fundamental para que los pacientes del Bierzo pudieran ser atendidos como se debe. Y esa colaboración la abrimos a otros servicios. Y el segundo mensaje que quiero lanzar es que ahora mismo estamos en plena actividad, tenemos una actividad normalizada y los pacientes oncológicos no tienen que tener ningún miedo, pueden estar muy tranquilos.