Pleno en Ponferrada
La oposición acusa al alcalde de «pagar» con una glorieta los votos de Carballo
La abstención del PRB permitió al tripartito desbaratar la bajada de impuestos que propusieron PP, Cs, USE y No Adscrito
Los socialistas del alcalde Olegario Ramón, los de Podemos de Lorena González y los bercianistas de Coalición por el Bierzo de Iván Alonso, (aliados con el cambio de rumbo con la abstención del PRB de Tarsicio Carballo), impidieron ayer que los grupos de la oposición sacasen adelante una bajada de las tasas e impuestos a los ciudadanos de Ponferrada. Una rebaja que, con la mayoría que ahora tiene la oposición (si los de Carballo no hubieran cambiado de postura, dado que son 12 del tripartito frente a 13 de los grupos de la oposición), supondría que los ponferradinos pagarían menos por el IBI, por la tasa de la basura, por las licencias de actividad económica, de construcciones, por las terrazas de la hostelería, el impuesto de vehículos e incluso el pago por los puestos del mercado de abasto, tanto los interiores, como los exteriores. La abstención de Carballo propició que las cosas sigan como están.
En el pleno llamó la atención el hecho de que desde la oposición, el concejal procedente del PSOE y ahora No Adscrito, Manuel de la Fuente, acusara al alcalde y al resto del equipo de gobierno del tripartito de favorecer a Tarsicio Carballo con la construcción de una glorieta junto a su casa, en la calle Reino de León. Según los datos del concejal, esta obra supondrá un sobrecoste, al pasar de los 300.000 euros presupuestados en un principio, hasta cerca del medio millón de euros.En la sesión plenaria, nadie del del equipo de gobierno: ni el alcalde, ni tan siquiera el propio Tarsicio Carballo abrieron la boca sobre este asunto. Todos se callaron y no dieron explicaciones ni rechazaron tal acusación.
«Esta glorieta es una temeridad por su pendiente y cambio de rasante. Es un capricho que vamos a pagar este municipio para compensar el voto del señor Carballo. Si sumamos el dinero que se va por la alcantarilla no iríamos a la quiebra. Señor Carballo, usted que tanto se le llena la boca de defender a los ciudadanos, tendrá que explicar ahora porqué los traiciona», le dijo De la Fuente al alcalde, al tripartito y al PRB. Nadie le contestó.
De esta forma, el debate político y técnico giró entorno a dos bloques dialécticos confrontados. Por parte del equipo de gobierno —incluidos los del PRB de Carballo, al que ya encuadraron en el «cuatripartito»— se centraron en echar la culpa a mandatarios anteriores, apoyarse en informes técnicos y acusar a la oposición de llevar el Ayuntamiento a la bancarrota, a su quiera.
Por parte de la oposición (los del PP, USE, Ciudadanos y edil No Adscrito) se centraron en incidir en el hecho de que, los que ahora gobiernan, no son capaces de estar con la gente que lo está pasando mal, con los necesitados, y rebajarle los impuestos en un momento de grave crisis económica y necesidades sociales por los problemas de esta comarca con la eliminación del sector minero del carbón y la pandemia del covid.
La oposición se quejó porque la decisión de Carballo, del alcalde y el resto de grupos que le apoyan, supone cargar en el bolsillo de los ciudadanos una elevada presión fiscal, unos impuestos que ahora mismo creen que podrían ser bajados. De hecho, recordaron al alcalde Olegario Ramón que, pese a subir las tasas, ahora rectifica y tiene intención de bajarlas, pero vota en contra de la propuesta más ambiciosa de la oposición.
Las críticas también se centraron especialmente en la persona y el grupo que ha desbaratado los planes de la oposición de bajar los impuestos. A Carballo le acusaron de no ser consecuente con lo que ha hecho previamente, dado que fue él quien promovió una manifestación en Ponferrada para obligar al alcalde Olegario Ramón a bajar la tasa del agua, éste se negó, el PRB votó a favor de bajar esa tasa del agua, y sin embargo ayer decidió abstenerse, permitiendo a la mayoría del tripartito que no bajara lo que tanto propugnó el propio Carballo y que tanto criticó el propio alcalde, incluso con maniobras para tratar de variar la postura de apoyo, en su día, del presidente de la asociación de comerciantes Templarium. Todo en un momento en el que el alcalde no necesitaba los votos de Carballo.