Open Bierzo da el portazo a los 500 clientes que conservaba de Opening

Los afectados por el cierre de Open Bierzo trataron ayer de reorganizarse para hacer frente a una decisión que en la mayoría de los casos atrapa a los alumnos con importantes créditos solicitados para la realización de los cursos de idiomas. Con el propósito de adoptar medidas conjuntas, un pequeño sector de los cerca de quinientos perjudicados han convocado esta tarde-noche, a partir de las 20.30 horas, una asamblea a las puertas de la propia academia. La mayoría de los alumnos de Open Bierzo se encontró ayer con el aviso de cierre, pegado a las cristaleras de la puerta principal del centro. Una escueta nota en la que la dirección remite vagamente a todos los matriculados a una posterior explicación. La realidad, sin embargo, después de que en Ponferrada se superara aparentemente la crisis nacional de Opening y muchos estudiantes mantuvieran la confianza en los responsables locales de la franquicia, es que en estos momentos las perspectivas son más que negras. Sobre todo cuando los clientes que ayer lunes acudieron al centro tuvieron la oportunidad de comprobar como en el interior se había producido el desmantelamiento de buena parte de las instalaciones académicas, probablemente aprovechando el largo puente festivo. Una de las portavoces eventuales de los damnificados por el cierre señaló que la mayor parte de las personas que asistían a clases lo hacía con créditos no inferiores a los 1.800 euros (alrededor de las 300.000 pesetas). Opening se llegó a ofrecer hace medio año como alternativa para los estudiantes de la otra gran franquicia nacional que también se declaró en bancarrota en Ponferrada, Wall Street Institute.