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La lucha que sigue al cáncer

Una berciana que acaba de superar un cáncer de mama demanda a la Seguridad Social por negarle una prórroga de la baja médica, lo que la ha llevado a pedir una excedencia ante la imposibilidad de trabajar

La berciana María del Mar Liébanas. L. DE LA MATA

Ponferrada

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A María del Mar Liébanas le diagnosticaron un carcinoma de mama en junio de 2020 y en menos de un mes la operaron para extirparle un pecho y varios ganglios. No necesitó quimioterapia ni radioterapia, sí una pastilla diaria de tamoxifeno y también varias semanas de rehabilitación. Cumplió los 18 meses de baja que establece la Seguridad Social antes de que un tribunal médico vuelva a valorar el caso y determinar un alta o una incapacidad y el INSS decidió que era momento de volver a trabajar. Esto fue en junio de este año.

María del Mar Liébanas es asistente de ayuda a domicilio desde hace 17 años. Antes de ser diagnosticada de cáncer atendía a cuatro personas mayores y asegura que en su estado actual no puede hacerlo. Su propio médico de cabecera le ha vuelto a dar la baja en dos ocasiones y el INSS se las ha anulado. En esta situación, con informes médicos y psicológicos, esta berciana ha decidido demandar a la Seguridad Social tras haber tenido que pedir una excedencia de tres meses que le permita ganar tiempo. El mismo día que volvió a trabajar después de la baja, el 20 de agosto de este año, sufrió un ataque de ansiedad en uno de los domicilios que atiende y tuvo que ser trasladada al Hospital El Bierzo.

Lo que esta mujer persigue, de momento, es la denominada demora de calificación que puede alargar hasta seis meses más su baja laboral. Agotada la vía previa y ante la denegación continua de sus reclamaciones, ha decidido saltar a la vía judicial y de la demanda se encarga Comisiones Obreras, sindicado al que está afiliada desde hace muchos años. Todo este proceso coincide con el inicio de su valoración psiquiátrica. En seguimiento psicológico desde principios de agosto, a petición del servicio de Oncología, el equipo de Salud Mental ha decidido derivarla al psiquiatra para valorar la instauración de un tratamiento psicofarmacológico. La primera consulta la tendrá el día 5.

«Lo que ha hecho el INSS es anular en dos ocasiones las bajas que le dio su médico de cabecera el 15 de julio y el 20 agosto y lo que estamos reclamando es la anulación de estas bajas», explicó la abogada sindicalista encargada del caso.

María del Mar Liébanas tiene diez tratamientos activos y solo una de las pastillas es temporal, el resto aparece recogido como tratamiento crónico en los antecedentes de uno de sus últimos informes clínicos. «Cómo quieren que vaya a trabajar si cada poco estoy en el hospital. Necesito margen para recuperarme del todo. Pretenden que vaya a levantar encamados, asear, vestir y cuidar a los usuarios; pero ahora mismo no puedo hacerlo», asegura una mujer visiblemente afectada por la situación que está viviendo, angustiada, según refleja también el último informe psicológico: «La paciente refiere aumento de la sintomatología ansioso-depresiva con intenso malestar, nerviosismo y ánimo disfórico reactivo a la situación vivencial en la que el INSS le ha dado el alta».

«No es que yo no quiera trabajar, es que no puedo», recalca María del Mar Liébanas, que también está a expensas de la reconstrucción del pecho. «Siento que no tienen humanidad ni vergüenza. Te hunden en un mundo de papeleo y burocracia cuando acabas de superar un cáncer», añadió. Tras la operación, «he perdido movilidad y fuerza en el brazo y tengo linfedema, es decir, el brazo más inflamado», relata. Además de «dolores osteomusculares generalizados que no ceden con analgesia habitual. Cevociartrosis, dorsalgia, lumbalgia con empeoramiento clínico», recoge un informe de su médico de cabecera fechado a finales de octubre con el que solicita una interconsulta para estudio y valoración por parte del servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital El Bierzo.

«Ojalá pudiera levantarme cada mañana para ir a mi trabajo y volver después a casa con las preocupaciones por los problemas de cada día. Pero tengo dolores y estoy tomando ansiolíticos. Por las mañanas puedo estar más activa, pero cuando llega la tarde no puedo ni con el alma», explicó María del Mar, que ahora mismo no percibe ningún tipo de ayuda o prestación por haber cogido una excedencia «con carácter urgente».

«Llevo batallando contra Goliat desde el mes de junio y no me voy a rendir», afirma una berciana convencida de que en la misma situación que ella hay muchas personas más. En su caso, la lucha sigue después del cáncer.