Agua pura, por favor

Uno nunca sabe lo que vale y cuesta el agua hasta que dejamos de tenerla. Uno nunca sabe lo que valen las cosas hasta que se nos van de entre las manos. El agua es fuente de vida, como se ha dicho una y otra vez. Se podría decir, incluso, que el agua inventó al hombre. Sin agua la vida en la tierra sería imposible. Hace tiempo que los científicos intentan encontrar agua en Marte, sin fortuna. Estamos constituidos, más que nada, por agua. Y el agua es quien sacia nuestra sed de peregrinos afligidos. En el Bierzo no escasea el agua, por suerte. El Bierzo es como un vergel en medio de una estepa. Pero sí hay algunos pueblos bercianos en los que el agua potable es como una ilusión. Resulta difícil creer que en el Bierzo, que muestra toda una apariencia saludable, acuosa y cristalina, existan pueblos en los que el agua esté contaminada. Bembibre, sin ir más lejos, nunca ha tenido buen agua. Al menos desde que uno tiene uso de razón y conciencia de la realidad. Y las grandes urbes de la provincia, a saber, León y Ponferrada, están en los límites legales. Mas no hay sustancias que pongan en riesgo la salud de los ciudadanos. Al parecer, y según estudios realizados recientemente, un 30% de los hogares españoles consume agua contaminada. Lo cual nos pone los pelos de punta. Con tanta putería que se le echa al agua llegara un momento en que no podamos beberla del grifo. Uno paga el agua para que le ofrezcan contaminación por un tubo. A este ritmo endiablado llegará un momento en que estemos como en la Ciudad de México, metrópoli monstruosa que presenta unos niveles de contaminación que asustan. En muchos países subdesarrollados no sólo suele escasear el agua, sino que está muy contaminada. De ahí surgen enfermedades miles. Por los altos pagos bercianos el agua del grifo se deja beber, incluso parece buena, aunque uno prefiere el agua de las fuentes. Las fuentes de Noceda del Bierzo son conocidas por sus propiedades medicinales, curativas. Pero no todas las fuentes que existen en el Bierzo gozan de buena salud, que nadie se engañe. En cualquier caso, es una maravilla y una gran ventaja contar con fuentes, y sobre todo tener una fuente al lado de casa. Uno creció en la fuente de La Prieta, y la siente como algo muy cercano. A uno le gustan los lugares en los que abundan las fuentes y los arroyos y las regueras. A uno le encanta Roma, que es una ciudad con muchas y extraordinarias fuentes. El agua, además de ser fuente de vida, se nos antoja chorro de inspiración. Cuando uno se aproxima a un arroyo cristalino nos sentimos oxigenados, despiertos, y con ganas de comernos el mundo y bebernos toda el agua del universo.