El descarrilamiento de dos trenes en el Bierzo paraliza 30 horas el tráfico ferroviario

Desde primera hora de la mañana, los operarios de Renfe intentaron recolocar rápidamente ambos trenes en las vías de la línea Palencia-A Coruña, pero fue imposible. Incluso a pesar de que se utilizó una grúa terrestre. Al cierre de esta edición, el tráfico seguía bloqueado aunque la compañía ferroviaria confiaba en volver a reabrirlo alrededor de las tres o las cuatro de la madrugada, siempre y cuando ningún contratiempo entorpeciese los trabajo. La orografía del terreno dificultó de forma especial las labores, especialmente en San Miguel de las Dueñas, por las complicaciones para acercar una grúa de carretera a las máquinas. La paralización total del tráfico ferroviario en la comarca afectó a cientos de viajeros que fueron transbordados a otros trenes y también a autobuses para llevarlos a sus lugares de destino. El tren de mercancías que descarriló en primer lugar hacía el recorrido entre la población madrileña de Abroñigal y Monforte de Lemos. Cuando estaba a punto de entrar en la estación de Ponferrada -a la altura del barrio de Las Quintas en el punto kilométrico 250- la máquina se salió de la vía, sin que por fortuna arrastrase con ella a los vagones. Más tarde, el tren taller equipado con una gran grúa que salió para auxiliar el convoy accidentado, también descarrilaba a ocho kilómetros escasos del lugar del percance, en las proximidades de San Miguel de las Dueñas. Afortunadamente, en ninguno de los dos accidentes hubo que lamentar daños personales.