Una vida artística fecunda
Adiós al artista del Minero
El fallecido Ángel Muñiz Alique dejó una de sus mejores obras en Bembibre e hizo también el monumento a la Madre de Ponferrada
La muerte del escultor Ángel Muñiz Alique a los 95 años, el pasado fin de semana, sangre de una familia muy conocida en León aunque él había nacido en La Coruña, ha quedado perdida en la injusta memoria para lo que ha sido una vida artística fecunda, llena de obras importantes repartidas por varias ciudades; también en el Bierzo.
De sus manos salió el Minero de Bembibre, que muestra el orgullo de las gentes del Bierzo Alto y al que nunca faltan flores a sus pies, ni un sólo día del año, y la escultura de la Madre, en el inicio del paseo de las Huertas en Ponferrada. Ambas fechadas hace ya algunas décadas.
Del Minero pronto se cumplirán 50 años. La obra de Muñiz Alique se inauguró el día de Santa Bárbara de 1974 entre un gentío que llenó la plaza donde se levanta en Bembibre. Fue su primera obra en la provincia de León después de su paso por Argentina, donde trabajó bastante antes de volver a España. Contaba Muñiz Alique al inolvidable Chencho en aquellos días que para hacer el Minero de Bembibre bajó a la mina para conocer el trabajo y el esfuerzo sobrehumano de sacar carbón. El Minero muestra el «momento cumbre y trascendente» de la entrada a la oscuridad, cuando la jaula empieza a bajar, le explicó. «Es algo tremendo», decía el escultor, que fue todo un personaje. Aficionado al boxeo, hasta tuvo en su casa un león de verdad que las autoridades de la capital leonesa rechazaron como mascota de la ciudad.
«El minero es un hombre valiente, aguerrido, fuerte, alegre...», contaba también este artista de los pies a la cabeza. Al entrar a la mina, seguía diciendo a Chencho, pierde la visión y deja atrás la luz, la familia.
Obra en piedra
El Minero refleja el momento cumbre de entrar al tajo y perderse en la oscuridad
La escultura se erigió a través de la entonces Delegación Provincial de Sindicatos y mide tres metros y medio de alto, dos metros y cuarenta centímetros el minero y algo más de un metro el pedestal
La Madre de Ponferrada es de 1984 y fue iniciativa de la Asociación de Amas de Casa con la colaboración económica del Ayuntamiento. La idea del escultor fue expresar justo ese momento tan grande para cualquier mujer, cuando levanta a su hijo en brazos. La inauguración contó con la presencia del entonces alcalde, Celso López Gavela y el periodista Luis del Olmo, entre cánticos de la tuna y Alegría Berciana. Como anécdota, el plástico que cubría la obra fue robado el día antes de la inauguración, desvelando el trabajo de Muñiz Alique antes de tiempo.