Toreno le dedica su cultura y sus libros a juez Buján
El que fue magistrado del TSJ de Asturias y pionero entre los abogados laboralistas de CCOO ya da nombre a la Casa de Cultura
A José Manuel Buján, hijo de un minero del carbón, universitario en el Madrid de los grises, primer abogado laboralista de Comisiones Obreras en la Ponferrada de la Transición y magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias en sus últimos años, le gustaban tres cosas en la vida, sobre todo; la cultura, en general, los libros, en particular. «Y la tercera eran los bares», rememoró ayer su hijo Sergio, en un guiño cómplice que arrancó los aplausos del público durante su intervención en el multitudinario homenaje que el Ayuntamiento de Toreno, su pueblo natal, y el sindicato CC OO le dedicaron al histórico juez a los diez años de su fallecimiento. Porque José Manuel Buján da nombre desde ayer a la Casa de Cultura de Toreno.
Familiares, amigos venidos de Asturias, vecinos de Toreno y compañeros del sindicato y del PCE, al que dejó de estar afiliado cuando lo nombraron magistrado, se reunieron ayer para recordar la figura de un hombre que abrió camino a los abogados laboralistas en un momento en que todavía era una actividad proscrita por los coletazos del franquismo. «Homenajeando a José Manuel Buján homenajeamos a todos los abogados laboralistas, a todo el gabinete jurídico de Comisiones Obreras, que tiene cientos de letrados por todo el país», afirmó el presidente de la Fundación Jesús Pereda y secretario de Cultura y Movimientos Sociales de CCOO en Castilla y León, Ignacio Fernández, en presencia del alcalde, Laureano González, y acompañado, entre otras, por la secretaria de Cultura y Formación del sindicato en Asturias y secretaria de la Fundación Juan Muñiz Zapico, Úrsula Szlata, en un acto que también contó con la actuación del cantante Ismail9.
Así que el nombre de Buján, fallecido prematuramente a los 63 años después de una exitosa carrera como abogado laboralista que le llevó a participar en 900 conflictos colectivos entre 1981 y 1999 después de trasladarse a Asturias, y desde el año 200 magistrado del TSJ asturiano, ya se encuentra en la antesala de los libros de Toreno. Fernández no dejaba de reclamar ayer que el gesto no se quede ahí, y que el acto de ayer sirva de acicate para la cultura, en general. «Toreno tiene una oportunidad de trabajar en materia cultural», aseguró. Es lo que le habría gustado al juez Buján, amante de las bibliotecas y los bares. Y por eso también de las personas.