El ‘Camino’ de Sandra Zobel, de Filipinas a la calle del Agua
Una fotógrafa novel reabre la galería de arte del Palacio de Torquemada tras la pandemia
La pandemia ha cambiado la vida a muchas personas. A Sandra Zobel le ha abierto un nuevo camino. Los años del covid los pasó en Filipinas, donde tiene parte de sus raíces, y la cámara se convirtió en compañera profesional sin dejar de lado su faceta creativa y personal de calle.
El sábado presentó en Villafranca del Bierzo su particular Camino fotográfico y vital. En el emblemático Palacio de Torquemada de la calle del Agua, en plena ruta Jacobea, esta fotógrafa vinculada a la villa a través de la familia Halffter, ofrece en doce fotomontajes en blanco en negro un viaje por la subjetividad del camino.
Camino se titula la exposición que se puede ver hasta el 15 de agosto en la galería de arte en que Ignacio Ferrari y Paloma de Villota han convertido una sala de la casa palaciega cuyo origen se remonta al siglo XVII y que constituye una muestra única del barroco leonés en arquitectura civil.
Un hombre totalmente desnudo, vulnerable al mundo y rodeado de naturaleza es el personaje con el que arranca Camino. El hombre mira al horizonte, «abierto a todos los caminos que se pueden vivir en la vida o los que ha vivido y los está reflexionando», comenta la artista. Esta fotografía que tomó hace años en el mar Mediterráneo sin que su protagonista fuera consciente de la cámara es la única que no ha tocado de manera intencionada.
Con este punto de arranque, que ya está envuelto en misterio, las obras avanzan desde la figuración a la abstracción hasta desembocar en la luminosidad del fin de trayecto. «Cada obra busca representar un camino diferente», comenta. La arena es el nexo común de todas las fotografías. La artista juega con el negro y el blanco para representar estados de ánimo y las contradicciones de la vida.
«No he hecho el Camino de Santiago pero cada persona que me habla lo cuenta de un modo diferente. Incluso quienes lo repiten lo viven siempre de forma diferente», comenta. Esta subjetividad del Camino es lo que ha querido plasmar en el trabajo al que le retaron Paloma de Villota e Ignacio Ferrari para la que es su primera exposición individual.
Sandra Zobel plantea la importancia de que cada persona tome su propio camino en cada momento de la vida, consciente de que a veces «el que te planean no es tu camino», apostilla. Si la arena es el nexo material de todas las fotografías, la «búsqueda del equilibrio mental para una persona», el balance», es su denominador común espiritual. «En lo oscuro debemos encontrar luz y en la luz oscuridad, pero no de la manera perfecta en que se muestra el ying y el yang», explica. Sandra Zobel quiere huir de un discurso ‘rosa’ de vida perfecta y mostrar la imperfección del realismo. Nada es perfecto.
Sandra Zobel es sobrina nieta del pintor Fernando Zobel, del grupo El Paso, tiene nacionalidad española y filipina aunque nació en Alemania. Viajar es una de sus pasiones, entre las que la fotografía ocupa un lugar central. «Me dije que hasta que no supiera manejar manualmente una cámara no viajaría a Cuba», confesó el sábado en Villafranca, Y aprendió, precisamente, de la mano de Ignacio Ferrari, su mentor en el debut de la primera exposición individual que lleva a cabo la fotógrafa.
La bodega del Palacio de Torquemada fue el escenario de la presentación el pasado sábado, con la participación de Magdalena Suárez, jefa de la Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense de Madrid, quien disertó sobre la labor que realiza la unidad para rescatar la memoria de las mujeres académicas y profesoras y anunció el homenaje que se tributará a Marita Caro en el mes diciembre para rescatar la memoria de esta pianista, pionera como intérprete femenina en la Orquesta Nacional, que vivió a la sombra de Cristóbal Halffter,
La galería de arte del Palacio de Torquemada proseguirá su actividad estival con una exposición del pintor Eduardo Vega Seoane, que estará abierta hasta desde el 18 de agosto hasta la festividad de El Cristo. La vocación de este espacio es contribuir a recuperar la vitalidad de la emblemática calle del Agua a través de las creaciones artísticas de mujeres y hombres, El colectivo Nosotras protagonizó la última exposición precovid.