Un centro de interpretación del accidente de 1944
Torre pide 650.000 euros a Europa para su museo sobre la tragedia de 1944
Pagará un alquiler mensual de 150 euros al Adif y recibirá los sillares del desaparecido túnel número 20 donde chocaron los trenes
La memoria de los cien muertos en el mayor accidente de ferrocarril de la historia de España ya estaba a salvo desde que el investigador Vicente Fernández recuperara sus nombres y apellidos en el libro que hace tres años, coincidiendo con el octogésimo quinto aniversario de la tragedia, tituló La verdad sobre el accidente ferroviario de Torre del Bierzo. Lo ocurrido aquel 3 de enero de 1944 en la boca del desaparecido túnel número 20 de la línea Palencia-La Coruña y a la altura de la estación de la localidad del Bierzo Alto —el choque de un tren correo con un millar de viajeros, una máquina de maniobras y un convoy de carbón— tendrá ahora, si los fondos de Transición Justa hacen honor a su nombre, un lugar donde quedar reflejado más allá del papel del libro de Fernández o de los artículos y reportajes que han aparecido en la prensa cada vez que se acerca un nuevo aniversario de la tragedia.
Tres años después de anunciar su intención de convertir la antigua estación de la localidad en un centro de interpretación del suceso, el Ayuntamiento de Torre acaba de aprovechar la ventana que abren los fondos europeos para zonas afectadas por la transición energética y esta semana presentaba al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia un proyecto de 650.000 euros con el que pretende que la historia y el legado ferroviario de la localidad pasen a ser un atractivo turístico. En seis meses se sabrá si la apuesta de Torre ha convencido a los técnicos.
El proyecto elaborado por el ingeniero Francisco de Borja Menéndez y la arquitecta Paula Núñez del estudio E4 Arquitectura + Ingeniería tiene un plazo de ejecución de diez meses y propone actuar sobre el edificio principal de la estación antigua de Renfe, levantado un año después de la tragedia con 280 metros cuadrados construidos. y hoy propiedad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que lo tiene tapiado y vallado. Torre, según confirmó su alcalde, Gabriel Folgado, a este periódico, ya tiene un acuerdo verbal con el Adif para alquilar el inmueble por 150 euros al mes. «Nos hubiera gustado que nos lo cedieran, pero entendemos que la cantidad que nos piden por el alquiler es perfectamente asumible para el Ayuntamiento», explica el regidor.
También con el Adif ha hablado el Ayuntamiento de Torre para que el futuro centro de interpretación del accidente de 1944 albergue los sillares que se conservaron del desaparecido túnel número 20 donde ocurrió la tragedia —el subterráneo se convirtió en un infierno de fuego y la mayoría de las víctimas murieron carbonizadas— y que se encuentran bajo llave en dependencias de León. Adif ya ha confirmado su cesión y Torre ha pedido formalmente las piezas. En una de ellas todavía se aprecia el número 20 del túnel desmantelado en la segunda mitad de la década de los ochenta.
Si el proyecto resulta aceptado, Torre quiere aprobarlo en sesión plenaria en torno a mayo de 2023. Al ser el Ayuntamiento el promotor, no será necesario el trámite de obtener una licencia urbanística, aunque sí hará falta que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil autorice las obras de restauración porque el edificio se encuentra en la zona de afectación del río Tremor. Serán necesarios seis meses más para cumplir el trámite, de forma que la obra no se adjudicaría hasta junio de 2024 y estaría acabada, certificada la inversión y recibido el inmueble un año después.
El edificio principal de la estación presenta numerosos derrumbes, de ahí que tenga las ventanas tapiadas y una malla metálica impida la entrada. Parte de la cubierta se ha desplomado y también han caído forjados intermedios debido a la falta de uso y de mantenimiento y a las continuas filtraciones de agua. El proyecto renovará la estructura del inmueble con pilares y vigas metálicas, nuevos solados con aislamiento térmico, nuevos forjados intermedios de hormigón y una nueva cubierta con vigas de madera y teja que replique el tejado original de 1945 del edificio.
La reforma habilitará espacios de exposición donde cabrán paneles, objetos relacionados con el accidente, documentos y maquetas, salas de proyección audiovisual y almacenes. El inmueble contará con sus propia instalación fotovoltáica de 5,5 KW que cubrirán el 30 por ciento de la demanda de energía del edificio, que también recuperará el aspecto original que tenía su fachada.
«Somos un municipio que ha sufrido la transición energética y que ya no tiene ningún tipo de industria. Este proyecto supone un impulso importante y esperamos que eso lo tengan en cuenta y exista la sensibilidad suficiente a la hora de adjudicar las ayudas», manifiesta el alcalde Gabriel Folgado.
Torre quiere convertir la antigua estación no solo en el lugar de la memoria del tren correo 421 y de quienes aquel 3 de enero nevado viajaban en sus vagones, y de los maquinistas de los tres convoyes, también contempla el edificio como un verdadero centro cultural donde realizar exposiciones y actividades y recoger toda la historia del municipio. Después del trauma que el accidente silenciado dejó en el Bierzo Alto, sería la mejor forma de darle la vuelta a una tragedia.