Fornela recupera sus danzas

Los de negro, de Chano, los de blanco de Peranzanes. Y la multitud, como antes de la pandemia, pendiente de sus danzas, del sonido de los tamborileros y las flautas mientras las tres vírgenes hermanas desfilan junto al Santuario de Trascastro. Después de dos años suspendidas por el coronavirus, el valle de Fornela recuperó ayer, en el día de la romería de Trascastro, sus danzas ancestrales. Y lo hizo en un día soleado, el que apretó el calor, pero no tanto como se temía durante la última ola de altas temperaturas.

La noticia fue ayer la vuelta a la normalidad de una fiesta que en 2020, con las danzas y la romería suspendidas por primera vez y cuando la campaña de vacunación todavía no se atisbaba en el horizonte, había causado fricciones por la celebración de una Misa en Trascastro, que más de un vecino vio como un riesgo innecesario. Y de nuevo en el verano de 2021 y de nuevo para evitar que la fiesta se convirtiera en un foco de contagios, la fiesta quedó reducida solo a la Misa.

Ayer fue otra cosa. Los danzantes de Fornela, ataviados con sus característicos sombreros negros con la banda amarilla o roja, volvieron a pisar la hierba seca en el entorno de la iglesia de Trascastro, en honor de las tres vírgenes (una de ellas llegó en un carro de bueyes para sorpresa de los fieles). Y con la normalidad recuperada, volverá el tiempo de la reivindicación. En 2019, durante la fiesta anterior, la reivindicación para que la Junta de Castilla y León declare a las danzas tradicionales de Fornela como Fiesta de Interés Turístico Regional marcó la celebración. Los fornelos, es de esperar, retomarán la petición en cuanto dejen de bailar.