El robot manejado por control remoto desmonta poco a poco el vano del viaducto del Castro

No caerá todo de repente, sino poco a poco. El robot manejado por control remoto continuó ayer con el desmontaje, a base de provocar pequeños derrubamientos, del vano del viaducto del Castro que todavía se mantiene en pie en el kilómetro 430 de la A-6, a la altura de Vega de Valcarce, después del colapso de las piezas adyacentes a principios de junio.

La maquinaria, asegurada a la pluma de una grúa, recorre el tablero y usa un brazo equipado con un taladro para picar la plataforma. Para mañana o el sábado debería haber conclukido la tarea, de acuerdo con las previsiones que adelantó la responsable de la Unidad de Carreteras de Lugo, Beatriz González, durante el inicio de los trabajos el miércoles,

Los técnicos no tiene claro que una vez derrumbado el tablero también se vayan a desplomar las pilas que lo sostienen, aunque una de ellas se encuentra visiblemente inclinada. Los restos caídos se analizará en busca de pistas sobre las causas del colapso de la estructura.

Bajo la lluvia que en el norte llaman calabobos, en medio de un frío extraño en un verano castigado por sucesivas olas de calor, dos técnicos encaramados en lo alto de una grúa dirigían este miércoles por la mañana y mediante control remoto al robot que, bien sujeto a la pluma, taladraba la plataforma del último vano del viaducto del Castro en sentido a La Coruña, a la altura del kilómetro 430 de la A-6, que todavía se mantenía en pie, después del colapso que sufrieron los dos adyacentes el 1 y el 3 de junio pasados. Durante la segunda jornada continúan los trabajos en la zona, como se puede ver en este vídeo. 

En el plazo de tres días, y debilitado por el taladro, el vano deberá caer por su propio peso sobre la ladera del municipio de Vega de Valcarce donde ya reposan los restos de las dos plataformas desplomadas por causas que todavía investigan un equipo de 60 especialistas de diez empresas de ingeniería y construcción.