Cien comercios descuentan hasta el 80% en la Feria de las Rebajas

Un centenar de comercios y negocios hosteleros de la asociación Templarium se han unido este año para participar en la Feria de las Rebajas desde hoy jueves y hasta el sábado. Con el espacio de EstaciónArte ocupado por una exposición, la feria se trasladará a los establecimientos, que se distinguirán con globos blanco, como ha ocurrido durante la pandemia. Y los descuentos, con los comerciantes deseando liquidar su género, llegarán hasta el 80 por ciento, según anunció ayer el presidente de la asociación, Felipe Álvarez.

Los comerciantes de Templarium cuenta con la colaboración de sus socios hosteleros para ofrecer una «consumición mínima» — «que nadie pida un cubata», avisó Álvarez— para los clientes que en los próximos días acudan a comprar en las tiendas de la asociación y presenten un ticket de compra. Álvarez reconoció que los socios han puesto muchas expectativas en la feria «después de dos campañas complicadas» y en un momento en que, lamentó, proliferen mensajes e informaciones en los medios sobre la hipotética recesión y la subida de la inflacción que buscan, afirmó, generar ahorro y por lo tanto perjudicarán al sector. «Nos meten miedo y la gente no consumirá, y los principales perjudicados seremos los pequeños negocios», advirtió.

Álvarez reiteró la intención de Templarium de reunirse con la Dirección General de Comercio de la Junta de Castilla y León para reclamar que vuelvan a regularse las rebajas. Entiende el responsable de Templarium que, sin regulación, las rebajas están pasando más inadvertidas frente a la época en la que se producían colas esperando la apertura de los establecimientos. «La gente no saben cuándo son», se quejó.

Pero donde más virulento se mostró Álvarez fue con el tema del ahorro energético. Preguntado en rueda de prensa, el responsable de Templarium cargó contra todas las administraciones, desde la Unión Europa al Gobierno central y al autonómico. «Esto no es una democracia es una dictocracia», llegó a decir en una queja que arrancó con las restricciones por la pandemia del coronavirus y que ahora extendió al ahorro de luz en los escaparates y con el aire acondicionado, repitiendo argumentos de sector y de la oposición del PP sobre lo difícil que le resulta a un cliente comprar ropa en una tienda con el aire a 27 grados o la inseguridad que, dijo, provocan en las ciudades tener los escaparates apagados.

«Esto no se puede soportar», afirmó. Y pidió más claridad en la ley. En su establicimiento, reconoció, no ha cambiado nada. «Yo sigo exactamente igual, en mi casa mando yo». Álvarez aseguró que no ha habido ninguna sanción al sector.