De España vaciada a palabras vacías
Carracedo de Compludo, el pueblo que quiere crecer y no le dejan
Esta aldea de montaña, del municipio de Ponferrada, cuenta con tres familias con niños, (el último nacido esta misma semana) y aunque lo han solicitado viven con carencias de luz eléctrica, agua y saneamiento
Carracedo de Compludo, pueblo de montaña del municipio de Ponferrada, lleva dos décadas resurgiendo de sus cenizas. Dejó atrás los tiempos en los que sus casas abandonadas eran un corral de vacas y logró despojarse la lacra del olvido y en cierta medida el éxodo a las ciudades.
Hoy, sus vecinos, poco a poco, han ido restaurando las edificaciones de los ancestros. Lo han hecho tan bien, respetando la arquitectura tradicional de piedra y pizarra rústica, que en la actualidad el conjunto arquitectónico ofrece una estampa de belleza, naturaleza y plena armonía; sin aspavientos ni falsos productos de márquetin. Aquí se respira paz de la buena, sin artificios.
Salvando las distancias y comparaciones odiosas, su potencial es como el de Peñalba de Santiago. No tiene ermita mozárabe, pero sí paisaje de naturaleza a raudales, con una cascada como la del Gualtón que engrandece los sentidos y empieza a ser conocida por el visitante que sabe lo que quiere y le gusta.
Abandonados en lo mínimo
Sin embargo, los vecinos diarios de Carracedo de Compludo se sienten abandonados en lo mínimo. No les hacen caso ni en las necesidades más básicas. Y eso que hay al menos tres parejas jóvenes con hijos muy pequeños. La última familia, que están intentando incluso abrir en el pueblo una cantina, traía esta misma semana al mundo a un varón en el Hospital del Bierzo, que aumentará el censo de la decena de vecinos que viven a diario en el pueblo. Las otras dos parejas tiene cada una dos niños pequeños de corta edad. Así, el pueblo crece y cuenta con cinco menores muy pequeños.
Hablando con varios vecinos, explican que en el Ayuntamiento de Ponferrada son conocedores de sus problemas, de sus carencias y necesidades básicas. El alcalde del PSOE, Olegario Ramón, ha incluso visitado el pueblo y tomó notas en una libreta. Pero, de todo aquello que apuntó, nada de nada. Ningún efecto práctico.
La solución
Existe una planta fotovoltaica con las baterías agotadas y su arreglo valdría 20.000 €
El que más se ha preocupado en este caso es el concejal de Medio Rural, que es de Coalición por el Bierzo, Iván Alonso, y que hasta ahora han venido gobernando con el tripartito, hasta que perdió la mayoría y reciben de vez en cuando la ayuda en última instancia del otro representante del bercianismo, Tarsicio Carballo.
Lo más acuciante para resolver es el problema de falta de suministro de energía eléctrica. No llega el tendido general y el Ayuntamiento montó entorno al 2010 una instalación fotovoltaica. Ha estado funcionando en precario hasta hace un año, más o menos, porque no está autorizada por el Ayuntamiento aún cuando quedaron de hacer esa gestión. Fue así como se administró esa planta fotovoltaica con una asociación vecinal de usuarios. Y ahora este colectivo fue disuelto, a la vista de que el Ayuntamiento, ni le da la autorización para continuar gestionando, ni resuelve la problemática. Así, la instalación en la que se implicó el Ayuntamiento está fuera de uso, dado que las baterías ya no funcionan.
En el pueblo dicen sus vecinos que eso se arregla con unos 20.000 euros, pero a ellos tampoco les dejan hacer, actuar. Así las cosas, cada vecino del pueblo hace lo que puede para vivir con luz de noche. Echan mano de placas solares propias o generador de gasolina. Y todo, con la planta fotovoltaica parada al lado.
Agua y saneamiento
Lo mismo sucede con el suministro de agua. La cloración no se controla y esta semana, unos análisis dieron que el agua podía ser bebible, pero no llevaba cloro.
El otro problema de Carracedo, más a largo plazo, es el del saneamiento. Además, los vecinos, ni siquiera piden ya que les arreglen los caminos que tienen de tierra y tras levantarle un empedrado ancestral, no lo volvieron a dejar como estaba. Por eso, ellos al nombrarles la «España vaciada», citan las «palabras vacías».