El PP ve en el programa de la Encina «la galbana» de Ramón
Morala asegura que no han querido que sean fiestas participativas
El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, considera que «estas no son las fiestas que necesita Ponferrada para resurgir de un tiempo como el que vivimos, no son fiestas participativas, no es un programa de fiestas imaginativo, sino que ha tirado de cosas de los años anteriores echando mano de lo más obvio. Han tratado de rellenar días del calendario y para eso todo les vale; si vamos a ver el tiempo que llevan en el programa de fiestas algunas actividades se percibe que todo lo que dijeron en la oposición durante años era falso, porque les vale lo mismo, pero gastando más».
Dicen desde el PP «que no es cierta la milonga de las fiestas participativas del cuatripartito formado por los que gobiernan y el que les apoya, se ve en que, de entrada, no ha sido participativa la elaboración del programa de fiestas, porque no han querido contar con los grupos de la oposición para mejorar su pobre contenido. «Se echa de menos algún acto de calado en el tendejón de madera del castillo, alguna prueba de vehículos en el scalextric de brea en que han convertido el parque del Temple, algún acto cultural-lírico-tributario en el entorno de la rotonda de la tasa de la basura, popularmente llamada la de las 30 monedas de plata, alguna prueba deportivo-cultural estilo Ruta Quetzal para conocer su flora (hierbajos) y fauna (ratas, insectos) ...ideas que les hubiéramos aportado gustosamente de haber permitido la participación de los tres partidos de la oposición».
Programa impuesto
«Imponen un programa de fiestas decepcionante y pobre, sin propuestas interesantes, improvisado, para salir del paso, un resumen de lo que ha sido su paso al frente del ayuntamiento y organizando fiestas, un corta y pega de ocasiones anteriores, que intentan salvar metiendo cualquier tipo de actividad, hasta las deportivas ordinarias. Les proponemos que comparen el programa de fiestas de este año con los de los años anteriores a su llegada al gobierno, para comprobar es absoluta falta de imaginación que consiste en plagiar lo que lleva décadas haciéndose, pero sin añadir nada nuevo interesante. Este año no le podrán echar la culpa a un presupuesto menor, a las restricciones de la pandemia, a la falta de experiencia -aunque sea mala- y a todo lo que han dicho en los años anteriores ante el enfado y la decepción de la ciudadanía con las fiestas; ya se inventarán alguien a quien echarle la culpa, pero es exclusivamente de su incapacidad para proponer actividades más participativas, más frescas y dinámicas, más innovadoras».
«El alcalde prometió grandes cambios en las fiestas de la Encina, y después de cuatro años gobernando, ni asomo de ellos, aunque conociendo su característica apatía, indolencia y galbana, comprendemos que cuatro años es un periodo excesivamente corto para él, aunque sea agotador para la ciudad. Afortunadamente serán las últimas de las que se encarguen», dice Morala.