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Sanidad

Denuncian al Hospital por la muerte por isquemia de un paciente mal diagnosticado

■  Había sufrido un accidente cerebrovascular, pero le querían dar el alta y la familia se negó ■  Murió dos días después, tras su traslado a León ■  Una doctora reconoció «un lío» en el diagnóstico, según la denuncia

Imagen reciente del Hospital del Bierzo, donde el paciente ingresó en Urgencias el 23 de agosto y de donde fue trasladado a León. LDM

Ponferrada

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La familia de un hombre de 83 años natural de Cabanillas de San Justo (Noceda), fallecido el pasado 25 de agosto después de su traslado desde el Hospital El Bierzo al de León, ha presentado una denuncia en los juzgados de Ponferrada contra el centro sanitario berciano por supuesta negligencia médica con resultado de muerte. Marcelino E.O, relata la denuncia, había sufrido un accidente cerebrovascular dos días antes que no fue diagnosticado como tal en un primer momento en el Hospital El Bierzo y la familia se negó a aceptar el alta médica en vista del estado del paciente, que no se podía poner de pie.

Su insistencia —uno de los hijos del fallecido trabaja como cirujano en Estrasburgo y habló por teléfono con los médicos que atendían a su padre— hizo posible que a Marcelino le hicieran nuevas pruebas y le diagnosticaran finalmente «una isquemia que le había afectado a una zona extensa del cerebelo»., explica la denuncia. «Lo que queremos es que no se vuelva a repetir», aseguró ayer una de sus hijas, abogada de profesión. «Lo que se está denunciando es que a mi padre no le hicieron las pruebas médicas adecuadas y le mandaban para casa y durante un día y medio estuvo sin tratamiento de su isquemia», añadió a este periódico.

Marcelino E.O, comenzó a sentirse mal en la madrugada del martes 23 de agosto en su domicilio de Cabanillas de San Justo. Mareado y sin poder mantenerse en pie, cuenta la denuncia, llamó al 112 y fue trasladado al Hospital del Bierzo, el más cercano, aunque su familia, residente en León, pidió que lo llevaran a la capital de la provincia.

De Ponferrada a León

El 112 trasladó al Hospital El Bierzo al hombre de 83 años el 23 de agosto. Murió dos días después en León

Cuando la hija del enfermo llegó al centro sanitario de Fuentesnuevas se encontró a su padre en Urgencias, «tumbado y sin apenas reacción». El paciente todavía aguardaba por el médico y a su hija no la dejaron permanecer en la sala de observación porque no era hora de visitas. «Pregunté si había tenido un derrame cerebral y se me dijo que eso estaba totalmente descargado», asegura la letrada. Cuando regresó a las nueve de la mañana, hora de visita, «nadie sabía informarme de lo que tenía mi padre, el tipo de pruebas que le habían hecho, obteniendo como única respuesta de las enfermeras que el médico pasaría a lo largo de la mañana», relata en la denuncia. Su padre seguía tumbado y apenas podía hablar.

De nuevo invitaron a la hija del paciente a irse y volver en hora de visita a las 13.00 horas. Cuando regresó, el paciente ya estaba monitorizado, con la tensión a casi 19 «y seguía igual, tumbado y sin apenas abrir los ojos». Nadie informó a la familiar del estado del enfermo a pesar de su insistencia, según la denuncia. Y de nuevo la invitaron a marcharse. «Me negué alegando que mi padre en ese estado no podía quedarse solo. Me amenazaron con llamar a seguridad a lo que hice caso omiso y permanecí a su lado hasta las 14 horas, cuando me fui sin poder hablar con el responsable médico y sin que nadie me informara del estado de salud de mi padre», añade.

Una hora después, la hija del paciente asegura que recibió una llamada del Hospital. «Me dicen que pase a buscar a mi padre, que le dan el alta». Cuando regresó al Hospital, sorprendida porque una hora antes su padre apenas podía moverse y el monitor indicaba 19 de tensión, la hija del enfermo se lo encontró con su padre en el mismo estado y el monitor apagado. El informe clínico que le entregó la doctora de urgencias le daba el alta hospitalaria y le dijo que podía irse para casa y no le habían detectado ninguna arritmia. Sorprendida porque el paciente no pudiera mantenerse en pie, la doctora, afirma la denuncia, reconoció que había sido otra profesional quién había realizado el informe. A la hija del paciente, asegura la denuncia, se le negó entonces el traslado al Hospital de León y tras la marcha de la doctora de Urgencias una enfermera volvió a pedirle que se fuera o «llamaría a seguridad».

La hija del paciente se negó y llamó por teléfono a su hermano cirujano. Le leyó el informe de alta, donde ponía que se le había detectado «fibrilación auricular». Su hermano le dijo que eso significaba que sí había arritmia. Después de nuevas amenazas del personal con llamar a seguridad, afirma la denuncia, la hija del paciente consigue que el médico de guardia hable por teléfono con su hermano. Tras la conversación, el médico de guardia le informa de que se la harán nuevas pruebas al paciente. La doctora de Urgencias aparece y, según la denuncia, habría reconocido que «‘hubo un lío’ con el diagnóstico, que no era correcto». A las 20.45 horas, informa a la hija del paciente de que su padre había tenido «un accidente cerebro vascular, una isquemia que le había afectado a una zona extensa del cerebelo» y tenía que quedar ingresado en la planta de Neurología en cuanto dispusieran de una cama.

La hija del paciente se queja de que al día siguiente, nadie le había dado a su padre —que no oía bien y necesitaba audífono y tampoco se podía erguir— las dos pastillas que tenía en la mesita. Tras nuevas amenazas con llamar a seguridad, y tras hablar con el neurólogo, que el confirma el diagnóstico y que el tratamiento «iba para largo», autorizan su traslado al Hospital de León. El paciente, muy fatigado, falleció a las pocas horas de su traslado a León de una parada cardiovascular.