Un jurado de León determina que tirar a su compañera de piso por la ventana no fue homicidio intencional
-El veredicto de "no culpable" ha sido unánime, mientras la fiscalía pedía 12 años y medio
Un jurado popular ha declarado "no culpable" al hombre de 53 años que estaba acusado de tirar por el balcón a su compañera de piso en Ponferrada (León), que falleció poco después es un hospital, y para quien la fiscalía solicitaba 12 años y 6 meses de cárcel por un delito de homicidio.
En concreto, el jurado, tras más de diez horas de deliberaciones, ha considerado por unanimidad al acusado "no culpable de homicidio intencional", y por mayoría de 8 votos frente a tres "no culpable de homicidio imprudente" en respuesta a las preguntas que le había formulado el tribunal que juzga el caso.
El presidente del tribunal ha determinado que el acusado, una vez absuelto, sea escoltado hasta la prisión de León para recoger sus enseres y esta misma noche quedará en libertad.
El acusado negó el pasado lunes durante la primera sesión del juicio que se ha seguido contra él en la Audiencia de León los hechos que se le imputaban y sostuvo que era un "cabeza de turco" por el simple hecho de ser el propietario de la vivienda.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 11 de marzo de 2021 cuando el acusado supuestamente arrojó desde la terraza del primer piso del inmueble ubicado en el número 22 de la calle Dos de Mayo de Ponferrada a una mujer de 63 años con la que compartía la vivienda, que falleció poco después de llegar al hospital.
Tras ser avisado por vecinos del inmueble, el Servicio de Emergencias del 1-1-2 en Castilla y León alertó a la Policía nacional del incidente a las 00.24 horas de ese día.
Al lugar de los hechos se trasladaron la Policía Local de Ponferrada, la Policía Nacional y una UVI móvil, que fue la que dio traslado a la mujer al Hospital del Bierzo, donde no pudieron hacer nada por salvar su la vida debido a la gravedad de su estado.
La víctima, madrileña, había alquilado una de las habitaciones de la vivienda al acusado y solía acudir con asiduidad a comer al Hogar del Transeúnte de Ponferrada dada su precaria situación económica.
Según determinó la investigación, la fallecida y el supuesto homicida, que era el titular de la vivienda, no mantenían ningún tipo de relación sentimental, por lo que se descartó que se tratase de un caso de violencia machista.
Aunque durante la instrucción se aludió a que podría tener perturbadas sus facultades mentales y se barajó su ingreso en un centro psiquiátrico, la Fiscalía determinó finalmente que pese a que no tuviera intención directa de matar a la mujer el acusado sabía el alcance que podría tener su acción.
En su declaración ante el tribunal este lunes negó los hechos que se le imputan y aseguró que se enteró que la mujer había fallecido cuando dos agentes de la Policía Nacional llamaron a la puerta de su vivienda de madrugada, además de insistir en que mantenía una relación cordial con la víctima y que nunca habían discutido.
Relató que la víctima llegó esa noche "borracha" después de haber estado "tomando unas cañas con su novio" y que debido a su estado fue necesario llevarla a la cama.
También explicó ue ese día se encontraba una pareja en su casa que ocupaban una de las habitaciones desde hacía poco más de una semana después de que la hubiera acogido por mediación de al propia víctima ya que estaban viviendo en al estación de autobuses de Ponferrada y la mujer estaba embarazada.
Además, precisó que tenía llave de su vivienda al menos un amigo suyo al que él se la había facilitado y que desconocía si se habían hecho más copias.
Por su parte, la defensa insistió en que en este caso toda la instrucción ha sido "una concatenación de errores", y recalcó que no había ni una sola prueba que apuntara al acusado como responsable de los hechos que se le imputaban.
También destacó que dos testigos que declararon durante la instrucción afirmaron que una persona que vieron en el balcón no les pareció el acusado tanto por su aspecto como por su voz.
El acusado admitió que consumió drogas hasta 1997 y que en actualidad sigue tomando metadona y otros fármacos para combatir su adicción, y su defensa recordó que análisis que se le hicieron poco después de ser detenido dieron negativo en alcohol y drogas, y sobre su estado mental admitió que sufre "brotes psicóticos".