Acusado de un delito de caza el furtivo sorprendido en los Ancares

La Guardia Civil ya ha concluido la instrucción de las diligencias abiertas tras interceptar a un cazador con las cabezas de dos ejemplares macho de cabra montés sin precinto en la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses . "Trofeos', según la jerga de la caza, que ya han sido puestos a disposición judicial, junto al arma empleada y las diligencias instruidas. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada ha asumido el caso por un presunto delito de caza acaecido el día 12 de octubre en el Pico Miravalles, dentro del término municipal de Candín. El investigado es un hombre de 66 años que fue sorprendido por agentes del Seprona de la Guardia Civil de Fabero, quienes han trabajado de manera conjunta con los celadores de la Reserva Regional de Caza de los Ancares. De hecho, fue el celador mayor de la Reserva el que alertó a la Guardia Civil después de observar al cazador denunciado abatir a los animales sin autorización. 

Aunque el presunto cazador furtivo trató de evitar ser interceptado con las dos cabezas de cabra montés abandonado el lugar por una escarpada ladera, entre la espesura del monte, su intentó resultó infructuoso ya que, en todo momento, fue seguido por el dispositivo desplegado, en el que además de agentes del Seprona y celadores de la Reserva de Caza también se integró un peón especialista de montes. Finalmente, el cazador furtivo fue interceptado en la carretera LE-4211, en el Puerto de Ancares. Ahí le fueron decomisadas las piezas, el rifle utilizado y también una mochila modificada para guardar el arma sin ser detectada .

"Este tipo de acciones contra el medio ambiente, en este caso cazar sin autorización en un terreno cinegético como es una Reserva Regional de Caza, está tipificado como delito en el Código Penal, sin perjuicio de las responsabilidades administrativas que puedan derivarse en materia de caza y recursos naturales", han explicado fuentes del Seprona.