MOVILIDAD
Polémica en Ponferrada por todo «lo que se oculta» con la Zona de Bajas Emisiones
El Ayuntamiento aduce falta de suministro al aplazar la medida y la oposición dice que tiene que ver con las elecciones
Los vaivenes de decisión política del actual equipo de gobierno municipal están generando una polémica de temor en Ponferrada por el varias veces anunciado —y ahora pospuesto— proyecto de Zona de Bajas Emisiones.
Se trata de una medida que se quería aplicar a comienzos del próximo 2023, que afectará al corazón comercial de pequeños negocios del centro urbano de la ciudad, y que supondrá claras restricciones de movilidad para las personas no residentes que tengan un coche viejo y que no cumpla los dictámenes de emisiones. Para entendernos, un vecino de Sancedo o de Cacabelos no podría entrar en esas calles céntricas y vería acotada su movilidad. Lo mismo que uno del barrio de Flores del Sil, Cuatrovientos o Peñalba, que tenga un coche viejo que carezca de etiqueta verde.
La semana pasada Ciudadanos echaba mano de estadística objetiva y avisaba de que el 40% de los coches que integran el parque móvil de Ponferrada (y por el que pagan su preceptiva recibo al Ayuntamiento), no podrán entrar en calles de esa Zona de Bajas Emisiones que ha delimitado el equipo del actual alcalde, Olegario Ramón.
Con este precedente, ayer desde la oposición municipal, así como desde otros colectivos vecinales, ponían el grito en el cielo y acusaban al grupo de gobierno de Ponferrada de hacer trampas, de jugar diciendo medias verdades y de ocultar aquello que no interesa que sepa la ciudadanía que paga sus tasas e impuestos en este Ayuntamiento.
Recular ante las urnas
Samuel Folgueral, que fue alcalde de Ponferrada y ahora está al frente de USE en la bancada de la oposición, se posicionaba, al igual que su compañera de grupo , la concejala Cristina López Voces. No se andaba con medias tintas para definir lo que ellos creen que está sucediendo con los que dirigen ahora la consistorial: «Mentir sin tregua y hacer trampas hasta jugando al solitario es el modus operandi de este equipo de gobierno, y en las últimas horas se han dado no pocos ejemplos tal y como ha comentado la concejal del Grupo Municipal USE Bierzo Cristina López Voces. Quizá el más irrisorio por lo electoralista y lo previsible es el del aplazamiento de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones por ‘problemas de suministro’ de vaya usted a saber qué materiales. Todo el mundo sabe que se trata de aplazar a después de los comicios municipales lo que Olegario Ramón sabe que le puede causar un problema, y ni mucho menos es la primera vez que deja el trabajo para la siguiente corporación», estiman.
Vender motos y jardines
Mientras tanto —apuntan desde USE— «Ponferrada sigue sufriendo y pagando a precio de oro el marketing de la Nortada. La cacareada aunque fracasada desde su nacimiento municipalización del servicio de Parques y Jardines sigue escondiendo lo que de facto es un reguero de contrataciones privadas hechas tarde y mal. La última es de nuevo la que afecta a la poda de los árboles del municipio, tarea básica que debería ejecutar la plantilla del Ayuntamiento si la municipalización fuese verdadera y eficiente. Ahora la ciudadanía no sólo sufraga con sus impuestos un servicio insuficiente que no alcanza para mantener los parques de la ciudad en un estado digno a pesar de costar mucho más dinero, sino que además paga (y pagará en años sucesivos) aparte la poda cuando el equipo de gobierno se acuerda de que hay que hacerla».
Los de Folgueral creen que con la Zona de Bajas Emisiones o la municipalización de Parques y Jardines el alcalde ha vendido motos defectuosas, pero es que en otros casos esas motos ni siquiera llegan a arrancar».