Dos décadas de trámites para que la firma berciana Isnor se haga con un salto de agua
La CHMS le otorga la concesión por 40 años para producir electricidad en Odollo
Dos décadas han tenido que pasar para que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) haya resuelto en favor de la firma de ingeniería berciana Isnor S.A. el concurso abierto para otorgar la concesión de un salto de agua en el arroyo de la Sierra de Odollo. El organismo regulador de la cuenca hidrográfica ha elegido a la empresa radicada en Ponferrada y descartado a los otros tres aspirantes que pugnaban por la concesión; la también berciana Energías Alternativas del Bierzo, Endesa y los dos peticionarios que inicialmente habían solicitado juntos el aprovechamiento de agua en Odollo para producir energía allá por el mes de noviembre de 2003, Juan Manuel López y Ángel F. Laredo.
En tiempos de la descarbonización, en los que el punto de mira está puesto en las energías renovables, la empresa berciana proyecta instalar una potencia de 1,42 kilowatios en el salto hidroeléctrico, con una derivación de caudal de 800 litros por segundo, según el expediente que resuelve el concurso.
Pero que los trámites administrativos para autorizar la concesión hayan acabado, no quiere decir que la producción de energía hidroelécrica en Odollo sea inminente. Después de una carrera tan larga con los otros tres aspirantes, Isnor recibe la concesión del Salto de Odollo, en Castrillo de la Cabrera, por un periodo de 40 años y tiene seis meses desde el momento en que se comunica la resolución para presentar ante la CHMS el proyecto de construcción firmado por un técnico competente y debidamente visado de todas las instalaciones.
El proyecto debe incluir las medidas propuestas en el estudio de impacto ambiental que ya data de julio de 2009. El salto hidroeléctrico también deberá respetar la concesión de 30 litros por segundo de la CHMS a la comunidad de regantes de Odollo, vigente desde 1993. Las tomas de las dos concesiones deben ser independientes, por lo que Isnor deberá modificar su propuesta de compartir el primer tramo de la conducción. El azúd deberá garantizar el paso de la fauna acuática. y contar con sistemas de medición del caudal ecológico antes de comenzar a producir electricidad.