Marian Revuelta: "Tenemos que ampliar fronteras y la iniciativa privada en Las Médulas"

Tiene raíces leonesas y sobrada experiencia en el manejo de territorios Patrimonio de la Humanidad. Licenciada en Geografía e Historia, quería volver a España tras cinco años de rol corporativo en una cadena hotelera del Caribe y fue la más fuerte en una criba curricular con 19 aspirantes. Marian Revuelta es la nueva gerente de la Fundación Las Médulas y por delante tiene el reto prioritario de la unificación. Lograr el consenso de todas las partes implicadas en el Espacio Cultural para poder gestionarlo de manera conjunta es la base de un trabajo ya iniciado con el que también quiere involucrar e impulsar la iniciativa privada.

—¿Cómo están siendo estos primeros días al frente de la Fundación?

— La verdad que intensos y productivos porque quiero acelerar lo máximo posible esa fase de inmersión que hace falta, previa a la elaboración del plan. Estoy tomando contacto con todos los interlocutores, representantes del Patronato y de las diferentes instituciones que hay dentro del territorio, los municipios y las juntas vecinales. Y bueno, poniéndome al día también de la trayectoria que ha tenido la Fundación, cómo ha funcionado y qué proyectos se han llevado a cabo con anterioridad, como el Intermédulas o los intentos que ha habido para la homogeneización de la gestión. Lo quiero es ver en qué puntos se ha requerido el esfuerzo y qué necesidades o qué intentos ha habido antes para ello.

—Algunos han querido ver tu distancia geográfica y laboral anterior como una debilidad a la hora de gestionar un paraje tan complejo como Las Médulas.

— Vengo de una etapa laboral de casi cinco años en el área Caribe, pero previamente desempeñé, durante diez años, un papel de construcción de producto y labor de marketing del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Conozco bien cuáles son las características y la idiosincrasia de estos destinos de interior. También estuve cerca de cuatro años trabajando como directora de la delegación de un touroperador de receptivo en Ibiza. También Ibiza es un destino Patrimonio de la Humanidad. Entonces conozco cuál es la gestión de un destino cultural y creo que eso me avala para la posición.

—¿Cuáles son tus objetivos inmediatos?

— La elaboración del plan estratégico, para lo que necesito recabar información de todas las administraciones a nivel recursos, presupuestos, personal que hay dedicado hoy en día a la labor de la gestión. Con ello construiré la propuesta, estos nuevos presupuestos y los planes operativos que durante tres años nos permitan desarrollar los objetivos.

—¿En qué fase de desarrollo del proyecto estás?

—Estoy terminando de reunirme con los diferentes interlocutores y recabando datos de visitantes, haciendo un análisis del territorio y redactando ya el plan con unas líneas claras de actuaciones. Pero necesito ese feedback para tener claro cuáles son los costes de la gestión de los diferentes puntos de información o de los centros culturales a nivel personal, a nivel mantenimiento... para poder hacer un plan de viabilidad. Lo presentaré a finales de enero.

—¿Cuáles son esas líneas maestras?

— El principal punto es fortalecer el destino turístico en sí, porque hoy en día tenemos un gran recurso, que es el paraje natural y cultural con todos sus activos (los canales, los castros, la mina...), pero necesitamos construir un destino que tiene que ir asociado a una oferta complementaria, una oferta alojativa. Entonces, la primera labor es hacer un acercamiento a todos esos proveedores de oferta complementaria para poder organizarla y crear paquetes atractivos. Y previamente, el punto principal será abordar la unificación de recursos que hoy tenemos dispersos.

—Eso nos lleva directamente a Borrenes. ¿Has hablado ya con el alcalde con ánimo de que el Ayuntamiento retorne a la Fundación?

— Hemos tenido con él un acercamiento. Soy consciente de cuál ha sido el histórico y, bueno, nos ha mostrado su apertura a poder revisar el plan que se le presente, la propuesta, y en base a ello tomar decisiones. Tampoco tenemos un no.

—¿Ha puesto condiciones? 

—No. También hemos dejado muy claro que nuestra labor desde la parte de la Fundación es de gestión; después, hay otras cuestiones que pueden entrar en el ámbito de la gobernanza y que tendrán que ser expuestas al resto de miembros para que, en base a ello, se pueda resolver. Lo que sí quiero destacar es que en una fundación suma la aportación de patronos y, es más, tendremos que buscar también nuevos sponsors y nuevos embajadores que nos ayuden a reforzar la presencia, la imagen y la razón de ser de la Fundación.

—¿Concibes una gestión del Espacio Cultural con la explotación de la galería de Orellán al margen como está ocurriendo ahora?

— No sería lo deseable, porque al final el paraje es uno y el recurso es uno y la unidad hace la fuerza. Yo considero Las Médulas como parte de un territorio comarcal que es el Bierzo, de una provincia, de un territorio que es Castilla y León y, en ese sentido, podemos ampliar fronteras, que es lo que tenemos que hacer. Creo que ir a la división nos va a restar fuerza y credibilidad.

—Has aludido a la necesidad de construir un destino de calidad de la mano de la iniciativa privada. 

—Uno de los primeros handicaps que nos encontramos es la falta de alojamiento y de restauración, que es limitada en relación al volumen de turistas que están llegando. No tenemos suficiente oferta para atender la demanda y por eso, entre otras cosas, Las Médulas no se puede entender sin el resto del territorio. Lo que tenemos que hacer es buscar sinergias, con Ponferrada y con el resto de poblaciones del entorno para poder aumentar las pernoctaciones y poder hacer más atractiva la estancia. De lo contrario, lo que vamos a fomentar son visitas cortas de media hora, de una hora, de dos horas que saturan el territorio y no dejan una rentabilidad acorde. Hablo, por ejemplo, de actividades de turismo activo. No hay muchas empresas que estén en el territorio desarrollando este tipo de actividades y como esa te puedo hablar de otras muchas.

—¿Cómo es posible que hayan pasado 25 años desde la declaración de Patrimonio de la Humanidad y no haya habido desarrollo en torno a un recurso cultural y turístico de primer nivel?

—En este territorio ha habido otras actividades económicas de peso, por ejemplo la pizarra, de manera que el turismo no ha sido la fuente económica prioritaria para estas poblaciones ni la que ha resultado más interesante; porque además partimos de un factor estacional que hay que superar conjugando la iniciativa privada con el apoyo de las instituciones. Si ofrecemos actividades muy atractivas vamos a superar esos handicaps y si la iniciativa privada no aparece, es desde las administraciones desde donde tenemos que canalizar que eso ocurra.

—¿Las cifras de visitantes son las que debe tener un paraje como Las Médulas?

—200.000 visitantes es una cifra muy atractiva. Hoy en día, el problema no es falta de visitantes, sino qué repercute de esas visitas en el territorio y, sobre todo, cómo se distribuyen estacionalmente. Aunque el crecimiento de visitantes es un hecho, no ha habido una explosión de turismo ni de actividad económica relacionada, que es lo que tenemos que potenciar organizando o impulsando esa oferta complementaria por parte de la propia Fundación.

—¿Un volumen de visitas que también habrá que ordenar?

—Habrá que desarrollar aplicaciones para complementar la venta directamente en los puntos de información y establecer unos numerus clausus para evitar la conglomeración en los puntos más sensibles, que puede ser justo el pueblo de Médulas, que es donde más embudo podemos tener. 

—La falta de zona de aparcamiento es una de las carencias en materia de infraestructuras. ¿Qué más?

—Dotación de baños públicos en alguna zona y también señalética. Estamos coordinándonos con Medio Ambiente para actualizar la señalización y hacer un levantamiento de necesidades.

—¿Y brigadas antiincendios, de limpieza y conservación? Son otras demandas.

—Es algo que hay que valorar, porque esa función hoy en día es de Medio Ambiente. No solo llevan esta Casa del Parque o este Espacio Natural. Llevan otros espacios en la Comunidad y ese es el formato, pero está sobre la mesa la posibilidad de revisar todos esos requerimientos o recursos para, por lo menos, dejar claras la titularidad de las responsabilidades y la forma de coordinarnos para que haya interlocución entre las diferentes administraciones. También tenemos que tener en cuenta que muchos de los territorios son privados.

—Iniciados ya los contactos con las instituciones y entidades implicadas en Las Médulas, ¿as pensado en un acercamiento a la propia población? Tal vez buscando una mayor concienciación en un intento por compatibilizar los usos turísticos con el día a día de los vecinos. 

— Tiene que ser parte del plan, igual que trabajar la mejora de la calidad turística del destino y del servicio. Como dices la concienciación del ciudadano es básica pero no el primer paso. Tenemos que partir primero de cómo vamos a administrar los recursos, la homogeneización, para empezar luego una campaña de sensibilización, explicarles cuáles van a ser los programas y cómo podemos trabajar de la mano para que ellos se vean lo menos afectados por la afluencia turística y puedan también sacar un rentabilidad de esa nueva situación.

—¿Cómo deben ser Las Médulas del futuro?

—No podemos infravalorar lo que son Las Médulas. Es un paraje natural con todos los recursos habidos y por haber y no vamos a cambiar el bien en sí. Lo que tendríamos es que trabajar en ver cómo puede transformarse el territorio de una forma sostenible para que ese bien sea mucho más rentable. Digamos que no tiene todo el potencial que podría tener y aquí vuelvo a incidir en la necesidad de promover la iniciativa privada, local o no.

—El próximo domingo, 4 de diciembre, se cumplen 25 años de la declaración de Patrimonio de la Humanidad. ¿Qué habéis previsto para celebrarlo?

—Vamos a organizar un acto institucional por la mañana en el que estarán representadas las diferentes administraciones que configuran el Patronato y otras instituciones. Tenemos que confirmar todavía quien será el representante por parte de la Junta de Castilla y León, pero si no es el consejero será, probablemente, el director general de Patrimonio Cultural. Vamos a contar con la asistencia de Luis del Olmo y va a haber una presentación de conclusiones y avances a cargo del arqueólogo encargado de la última fase de la investigación que se está haciendo en el territorio, Javier Sánchez Palencia. Por la tarde, la idea es hacer un magosto abierto a las gentes de la zona.

—¿Y estará el alcalde de Borrenes?

—Está invitado, pero de momento estamos esperando confirmaciones. Nos gustaría que asistiera.