El Bergidum trae ‘La lluvia amarilla’
Julio Llamazares asistirá al coloquio sobre la adaptación teatral de su novela, que Jesús Arbués dirige este jueves día 1 en Ponferrada
Ricardo Joven y Alicia Montesquieu, actores de la obra. DL
Métafora de la España vacía antes de que se llamara vaciada, la adaptación teatral de la novela de Julio Llamazares La lluvia amarilla, un clásico moderno de la literatura española que habla del último habitante (y de sus fantasmas) de una aldea de Huesca, llega este jueves al Teatro Bergidum de Ponferrada. Y lo hace en un sesión programada a las 20.30 horas que será precedida a las 18.30 por la proyección del documental de Eduardo Cruz Anielle (en este caso con entrada libre). El propio Julio Llamazares estará presente al término de la representación teatral en un coloquio con el público en el que también participará el adaptador y director de la versión para las tablas, Jesús Arbués, y el director Eduardo Cruz.
Una narración muchas veces comparada con la monumental Pedro Páramo de Juan Rulfo (otra historia de una aldea poblada por fantasmas como es Comala), La lluvia amarilla ya es, como bien dice el Teatro Bergidum en la nota donde anuncia la representación, «uno de los hitos de la literatura española de las últimas décadas», «una novela mítica y uno de los primeros textos que miraron a los ojos a la España vacíada». La pieza teatral está protagonizada por Ricardo Joven y Alicia Montesquieu, que ha recogido los elogios de la crítica por sus interpretaciones de los personajes de Llamazares.
La puesta en escena de Arbués es «sobria, pero de un enorme poder evocador», afirma el Bergidum, con la idea de que la palabra se protagonista del montaje. «Por momentos resulta difícil contener las lágrimas ante el relato del protagonista. Un relato que es el de tantos individuos y el de tantos lugares hoy silenciados y vacíos», añade la nota difundida por la sala ponferradina.
La lluvia amarilla, publicada en 1988 como novela, cuenta la historia de Andrés, el último habitante de la aldea de Anielle, en el Pirineo de Huesca, durante su última noche en el pueblo, que es además la última noche de su vida.
La novela ya nos hablaba de la soledad y la muerte, de la enfermedad y la desidia, del odio, del tiempo hasta convertirse en «uno de los textos más hermoso y más tristes de la literatura contemporánea», opina el Bergidum. La crítica ha asegura que el trabajo de los dos actores logra que el texto teatral transmita las mismas sensaciones.