SANTA BÁRBARA
Svenson, el trotamundos noruego del carbón que recorre las calles de Ponferrada
Mineros jubilados se paran a saludar al mimo que los homenajea en vísperas de Santa Bárbara
Tres minutos sobre un pedestal en la avenida de España de Ponferrada bastan para que dos antiguos mineros, dos trabajadores del carbón que llegaron al Bierzo desde Cabo Verde y Portugal, se agachen a echar unas monedas en el cubo negro del trotamundos noruego Urdalens Svenson, la cara tiznada de maquillaje de teatro para hacer más real el disfraz de picador con el que recorre las calles de la capital berciana en los días previos a la fiesta minera de Santa Bárbara. Los mineros que lo fueron de verdad tienen nombres de resonancia portuguesa, Avelino Antonio Lopes, antiguo barrenista en Matarrosa, y José Nascimento Gomes, que camina con una mascarilla. Y están encantados con el homenaje de Svenson, que se define a sí mismo, en un correcto castellano con un poco de acento nórdico, como "un trabajador de la calle", un actor de teatro callejero que pasa del mimo a los títeres y viaja por el mundo, de Miami a las cuencas mineras, representando su personaje.
Y tiene éxito. No solo los antiguos mineros, que le miran con un poco de nostalgia, los niños se acercan a hacerse fotos con él, los jóvenes se ponen el casco rojo que Svenson ofrece a los que buscan una imagen, las señoras mayores lo miran sorprendidas por la aparición y también abren la cartera y le dejan unas monedas.
-¿Te ganas bien la vida? , le pregunta el periodista.
-Si te sabes mover, se vive bien -reconoce.
Svenson, de 52 años, está casado con una asturiana, y por eso sabe muy bien lo que es la mina. Un pañuelo azul con la bandera de Asturias adorna el pedestal donde se sube para representar a su personaje. Porta un pico de verdad y una antorcha de jardín pintada de negro y alimentada con parafina para representar las lámparas de los mineros. En el suelo, apoyados en el pedestal, reposan dos picos y una pala de juguete para los niños. Este sábado se le podrá ver en los alrededores de la plaza de Abastos.
El 'minero' noruego se afincó en España después de participar en 2001 en una exhibición de parapente en las Islas Canarias. Allí conoció a la mujer con la que se casaría dos años después, Angélica. Y desde entonces no ha dejado de viajar a lugares como Acapulco o Miami, o los Países Bajos -"a mi mujer no le gusta porque envidia la playa", dice- representante personajes de lo más variopinto; Obélix con el perrito Idéfix, Moisés con las Tablas de la los Diez Mandamientos, títeres que copia sus movimientos o, desde 2012, el minero del carbón que resucita cada vez que se acercan las fiestas de Santa Bárbara.
En un alto en su trabajo, Svenson se baja del pedestal para hablar con el periodista y fumar un cigarro. Y también se pone un poco nostálgico, por algo el personaje del minero nació después de una visita al Museo de la Minería de Mieres. "Esto daba de comer a mucha gente, pero con el cambio climático,.... el Green Deal me parece una tontería" afirma, cansado de que las decisiones las tomen, asegura "burócratas que no son elegidos".
Entonces se acerca un hombre de tez oscura. Le mira con una sonrisa en la boca. Se acerca al pedestal y le deja unas monedas. "Yo fui minero", le dice a Svenson Avelino Antonio Lopes, que vino de Cabo Verde para trabar en la mina de Victoriano González en 1977 y se jubiló hace veinticinco años. Después mira al periodista y le dice "está muy logrado". Y Svenson, metido en su papel, no se mueve.