«Veo aquí una oportunidad enorme y creo que la olivicultura tiene en el Bierzo cabida con aceite singular»

Maribel Trujillo es la catedrática e investigadora del grupo Ucolivo que lidera el trabajo que se está desarrollando en el Bierzo sobre el olivo. En Córdoba, desde su departamento trabajan en varias líneas de investigación. Una versa sobre el estudio de las variedades, de su recolección y conservación para ser evaluadas en una colección; todas juntas con la misma oportunidad, que puedan ser comparadas unas con otras para —posteriormente— utilizarlas como parentales en programas de mejora genética.

La agricultura moderna exige un tipo de plantas que se adapten a las nuevas técnicas de cultivo. Eso requiere obtener variedades con una arquitectura pequeña que permita adaptarse a la recolectora mecanización del campo.

La principal zona productora mundial es Andalucía, está muy evolucionado el cultivo. Desarrollan una nueva olivicultura, al igual que en el resto de España, con cultivos intensivos muy productivos. Y existe otra línea de producción que se centra en la de buscar la singularidad en los aceites. En el caso del Bierzo el olivo ha estado siempre presente, pero no fue objeto de una producción comercial. Pero, ahora sí existe un alto interés.

Trujillo es clara y directa: «Creo que en el Bierzo la olivicultura puede tener buena cabida, ser una olivicultura con nuevas tecnologías pero utilizando un material autóctono con la idea de obtener aceites singulares de las variedades que han existido y aguantado mucho tiempo». Los estudios preliminares que manejan apuntan a 10 u 11 grupos de variedades de la comarca. «A eso hemos venido al Bierzo, a profundizar en ese campo», resume.

«Mi impresión en esta visita a la comarca ha sido muy positiva, porque veo ilusión, veo una oportunidad enorme, donde el olivo tiene cabida, con los monumentos, con el turismo rural. Creo en este proyecto y se debían de recuperar y estudiar en detalle estos aceites que se producen aquí», destaca Trujillo.