UN PROTOCOLO VITAL
Objetivo: Salvar la vida de los que intentan morir
La Policía Municipal de Ponferrada apoya a una docena de personas que han intentado suicidarse desde que activó el protocolo de intervención hace poco más de un mes. El perfil mayoritario de quienes realizan tentativas es el de mujer adulta
Mujer adulta. Este es el perfil mayoritario de las personas con conducta suicida que han realizado tentativas tras las que ha intervenido la Policía Municipal de Ponferrada. No obstante, son principalmente los hombres quienes lo materializan. El número de casos va en aumento de manera generalizada en España y la capital berciana no es ajena a esa tendencia. Por eso, la Policía Local ha desplegado un protocolo de acompañamiento para ayudar a las personas que han cometido algún acto autolítico y evitar, en la medida de lo posible, que vuelvan a hacerlo. En funcionamiento desde hace poco más de un mes, ya realiza seguimiento a doce personas.
El Servicio de Psiquiatría y Salud Mental de la Gerencia de Asistencia Sanitaria del Bierzo (Gasbi), la Asociación Salud Mental León (Alfaem) y el Instituto de Medicina Legal de la Subdirección de Ponferrada se han integrado en el protocolo. El fin es dar una cobertura transversal no solo para evitar el suicidio, sino para generar un resorte que ayude a la persona que lo ha intentado a superar esa conducta.
También los datos del Instituto de Medina Legal constatan la evolución al alza del suicidio y de las tentativas del mismo, ya que representan una parte importante de las intervenciones de los médicos forenses. Tal es así que casi una cuarta parte de las autopsias realizadas en la Subdelegación de Ponferrada este año han sido por esta causa, concretamente un 23%, según los datos facilitados por dicho órgano, que también precisa que «en varios casos, los suicidios fueron precedidos de tentativas». «La intervención de la Policía Local permite, en muchas ocasiones, detectar el origen del problema, el motivo que ha llevado al ciudadano a desear su propia muerte, pudiendo activar diferentes redes de apoyo que eviten ese desenlace», subrayaron fuentes del Instituto de Medina Legal en la capital berciana.
En lo que va de año, el 23% de las autopsias realizadas en Ponferrada han sido por suicidios
Los agentes intervienen en dos supuestos: Cuando todavía no se ha cometido la tentativa y una vez cometida. En todos los casos, a la intervención inicial para evitar el daño o prestar primeros auxilios, sigue un acompañamiento personal y telefónico para «ayudar a estas personas en todas aquellas cuestiones que conduzcan a su tranquilidad y seguridad», explicó el intendente jefe de la Policía Municipal, Arturo Pereira.
La ingesta de pastillas, el corte de venas y el lanzamiento al río son las modalidades de tentativas de suicidio más frecuentes, según los datos recabados por la Policía Local de Ponferrada, que lleva años haciendo seguimiento y analizando las situaciones en las que ha tenido que intervenir, aunque la puesta en marcha del protocolo de acompañamiento sea reciente. No obstante, una cosa es el intento y otra la materialización del suicidio. Quienes lo han hecho han utilizado mayoritariamente el método de ahorcamiento.
El perfil es de una mujer adulta la que comete la inmensa mayoría de las tentativas, aunque se están incorporando adolescentes y jóvenes
Los canales a través de los cuales los agentes tienen conocimiento de la existencia de una tentativa de suicidio son básicamente tres: El aviso por parte del Servicio de Emergencias 112, alerta de terceras personas y aviso por parte de los protagonistas de las tentativas. En este caso, aunque se concluya que la acción fue un intento por llamar la atención, la alerta es la misma, porque «puede terminar con la materialización del suicidio en futuras ocasiones», explicó el intendente jefe.
Tres agentes y dos trabajadores de otros servicios de la Policía Municipal integran el operativo de acompañamiento a personas con conducta autolítica. Un policía que es psicólogo está al frente del grupo que refuerza la labor de un cuerpo policial que «ya ha demostrado que puede ser muy eficaz a la hora de resolver problemas cotidianos que suponen dificultades serias para personas en situaciones de riesgo de cualquier tipo o exclusión», apuntó Arturo Pereira, quien también hizo hincapié en que el número de jóvenes y adolescentes que realizan tentativas se está incrementando notablemente.