El misterio del verdadero Tío Perruca
Un coloquio popular en la tradición de los filandones tratará de averiguar este martes en Igüeña si el cazador que inspiró la novela de Benigno Suárez y que se enfrentó a una osa herida fue Andrés Marcos Ramos, abuelo del que fue alcalde Gerardo García
Rosalía Marcos no debía tener más de 15 años cuando vio desde lo Alto de la Peña de los Corrales, en los montes de Igüeña, cómo la osa recién abatida por su padre de un disparo se revolvía en el suelo, se ponía en pie, moribunda, y le desgarraba la cara de un zarpazo para vender cara su piel. Fue la adolescente Rosalía, cuentan sus descendientes en una historia que ha pasado de generación en generación en la familia gracias a la tradición oral, la que bajó corriendo al pueblo para pedir ayuda. Y los vecinos salieron en socorro de Andrés Marcos Ramos con una escalera que usaron a modo de camilla. Después de llevarle a cuestas hasta su casa le cosieron la cara, pero no pudieron evitar que Andrés muriera, posiblemente de una infección, a los dos o tres días.
Si Andrés Marcos Ramos —que había nacido en Igüeña en 1837, según los datos facilitados a sus descendientes por el antiguo párroco José Santos, y murió en torno a 1885— fue el verdadero tío Perruca que inspiró al personaje de José Crespo en la novela de Benigno Suárez, es algo que quizá quede resulto en la tarde de este martes, cuando el Ayuntamiento y el Instituto Leonés de Cultura (ILC) presenten la reedición de una de las obras más singulares de la literatura leonesa. Un coloquio popular, en la tradición de los filandones, reunirá en el salón de plenos a familiares del misionero Benigno Suárez (1922-2005) con el alcalde, Alider Presa, el diputado de Cultura, Pablo López y el coordinador del ILC Emilio Gancedo. Si nada se tuerce, allí estará para aportar su testimonio dos bisnietos octogenarios de Andrés Marcos y nietos de Rosalía, Antolín y Rubén García Suárez. «Tienen muy buena memoria», le contaba a este periódico el yerno de Antolín, Manuel Villatoro, que reside en Torre del Bierzo.
Que la titánica lucha entre el cazador y la osa herida que narra Suárez en su novela El tío Perruca ocurrió de verdad lo advierte el propio autor al comienzo del libro, editado por primera vez en 1976. «El acontecimiento que se narra en El tío Perruca fue un suceso histórico; las personas mayores de cincuenta años lo recuerdan», escribía Benigno Suárez. Eso, sin embargo, situaría el suceso ya en el siglo XX.
Rosalía Marcos había nacido en 1871, cuenta Manuel Villatoro, y uno de sus hijos, Gerardo García, llegó a ser alcalde de Igüeña en los años posteriores a la Guerra Civil. Gerardo García, es importante resaltarlo, se casó con Antonia Suárez, hermana por parte de padre de Benigno Suárez. ¿Escuchó el autor de El tío Perruca el relato del desdichado Andrés Marcos por boca de Gerardo, de la propia Rosalía y lo volcó sobre su novela? No es descabellado pensar que sí, del mismo modo que lo hicieron los dos nietos de Rosalía que este martes tiene previsto desplazarse a Igüeña.
El alcalde actual no le resta crédito al relato de los descendientes de Andrés Marcos porque está claro que José Crespo, el tío Perruca de la novela, es un nombre inventado. «Todos los personajes de El tío Perruca son creación del autor y completamente imaginados», advierte Suárez en el inicio del libro. «Josés Crespos hay muchos por Igüeña, siempre los hubo», cuenta Alider Presa. Y Emilio Gancedo no duda de que el ataque de la osa herida «sucedió realmente», aunque el Tío Perruca, posiblemente otro apodo inventado, encaje tan bien en el arquetipo de cazador montaraz. ¿La solución al misterio? Quizás este martes en Igüeña.