El historiador Manuel Olano y el ilustrador Raúl Arévalo han recreado la imagen de la legendaria fortaleza donde Gil y Carrasco situó al Señor de Bembibre, Álvaro Yáñez, tal y como debió ser a mediados del siglo XV, cuando el verdadero Señor de la villa era el primer Conde de Alba de Liste. El abandono, la lucha contra los franceses, que lo hicieron explotar en 1809, y un desafortunado accidente que le costó la vida a un niño en 1865 terminaron con sus muros legendarios.
Recreación del castillo de Bembibre a mediados del siglo XV, con sus cuatro torres, obra del ilustrador Raúl Arias y del historiador Manuel Olano. En primer término, la Torre del Homenaje. RAÚL ARIAS Y MANUEL OLANO
Escudo de la casa de los Alba de Liste que estuvo en la Torre del Homenaje. Tras la demolición de los restos de la torre en 1865, hoy se puede ver una cafetería de la Plaza Mayor de Bembibre. CORTESÍA DE MANUEL OLANO
Restos de la Torre del Homenaje, hoy. L. DE LA MATA
La Plaza del Palacio, acondicionada entre 1990 y 1991 sobre los restos del antiguo castillo, contiene esculturas modernas sobre los amantes de la novela de Gil y Carrasco, el escudo de los Alba de Liste y una de las torres desaparecidas de la fortaleza. L. DE LA MATA
Recreación de una de las torres del antiguo castillo en la Plaza del Palacio. L. DE LA MATA
El historiador Manuel Olano muestra la equis grabada en uno de los sillares, posiblemente de origen romano, en lo que queda de la Torre del Homenaje. Más de uno excavó en la zona creyendo que señalaba la existencia de un tesoro. L. DE LA MATA
Los cimientos de algunas estancias del antiguo castillo forman parte de la urbanización de la Plaza del Palacio. L. DE LA MATA
Manel Olano, en la plaza del Palacio que ocupa el solar del antiguo Castillo de Bembibre. L. DE LA MATA
En 1909, y en su mayor parte con piedras de una cantera de Albares de la Ribera, se levantó el muro de contención del Palacio que hoy aún confunden con la muralla del antiguo castillo. DEMETRIO MERAYO ÁLVAREZ
El muro del Palacio, separa los restos del antiguo castillo y la plaza urbanizada de la calle Castilla. L. DE LA MATA