La Térmica Cultural reúne 35 piezas y dos turbinas de 50 toneladas de Compostilla II
Las obras del ‘jardín industrial’ avanzan con el desbroce de los 38.000 metros cuadrados y estarán listas en primavera
Dos enormes turbinas de 50 toneladas de peso que nunca llegaron a usarse en la central térmica de Compostilla II en Cubillos del Sil porque estaban en la reserva de los grupos tres y cuatro serán las dos piezas más espectaculares que esta primavera acogerá el ‘jardín industrial’ que servirá de antesala a la Térmica Cultural, el edificio acondicionado por la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) en la primera central de Compostilla a las afueras de Ponferrada.
La Ciuden ya ha instalado los dos grandes pedestales que soportarán su peso y en un entorno que en las últimas semanas ha sido desbrozado y despejado para que el edificio de la antigua térmica de Endesa sea visible desde toda Ponferrada —se han talado algunos pinos que habían crecido fuera de sitio— y el jardín de la Térmica Cultural se convierta a su vez en un mirador sobre la ciudad. «Se trata de humanizar el espacio y contectarlo con la ciudad», explica el jefe de obra, José Manuel Carracedo.
La explanada junto a la Térmica Cultural reunirá un total de 35 piezas del pasado industrial aportadas por Endesa —muchas de ellas antiguos aisladores reconvertidos ahora en puntos de luz— y en su mayoría procedentes de sus instalaciones energéticas. También se cuenta, como una suerte de esculturas industriales, dos motores del antiguo Coto Vivaldi que ya están instalados en su ubicación.
Para despejar el terreno de 38.000 cuadrados, oculto por copas de árboles y maleza, ha sido necesario una labora de desbroce. Los pinos en mejor estado se han conservado. Y todo estará listo en primavera, recalca el director general de la Ciuden, Arsenio Terrón, mientras muestra a este periódico los avances de las obras, que van al ritmo adecuado para cumplir los plazos establecidos.La inversión para completar la reforma de la antigua térmica —descartado su uso como segunda fase del Museo de la Energía— en un centro multifucional culminarán con la urbanización en marcha de su entorno, con un presupuesto de 1,3 millones de euros.
La antigua nave de calderas de Compostilla I ya se han convertido en la sala del Fuego Verde, un espacio donde se exhiben los helechos del periodo Carbonífero traídos a la Ciuden desde Nueva Zelanda y Australia hace una década.
El edificio quiere ofrecerse como lugar de ferias, congresos y espectáculos, con una programación cultural. En el exterior, la fachada principal se ha convertido en una enorme pantalla de luces led gestionadas por un sistema informático que ofrecerá variaciones de colores y formas para hacer más visible el edificio desde la ciudad.
Del edificio saldrá, eso sí, la locomotora Baldwin PV 9 Wagner para su adaptación al uso de hidrógeno verde si el Consorcio del Tren Turístico Ponfeblino recibe los cuatro millones de euros que ha pedido a Europa.