PATRIMONIO INDUSTRIAL
El consejero de Cultura nunca apostó por la declaración de BIC de las torres de Compostilla II
Gonzalo Santonja asegura que la demolición es "irreversible" y que no estuvo de acuerdo con la intención de "corregir" la autorización de la voladura tres días antes de la detonación
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte de Castilla y León, Gonzalo Santonja, ha insistido este martes en que la voladura de las torres de la central térmica Compostilla II es "irreversible" porque su recuperación no es viable y "costaría un dineral". "Yo, desde luego, creo que esas torres deberían estar en producción y no ser convertidas en un museo", ha afirmado el consejero en declaraciones a los periodistas en Palencia, donde ha participado en la clausura de la exposición Renacer.
La Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León desestimó, el pasado 30 de diciembre, la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de las torres de refrigeración de la central térmica después de haber obligado a Endesa a paralizar la demolición tan solo unos días antes de la fecha prevista para la detonación, el 1 de diciembre. Con la desestimación de cualquier protección, la empresa procederá finalmente a su demolición.
Santonja ha asegurado que desde la Consejería de Cultura nunca se ha iniciado el trámite de declaración de Bien de Interés Cultural de las torres y ha insistido en que lo ideal sería que estuvieran produciendo energía, pero, en la situación en la que están ahora no ve su "viabilidad". "Yo disiento de lo que se ha hecho con esas torres", ha insistido el consejero, quien ha precisado que el coste de mantenerlas sería "muy alto" y hay que ser "realistas" y asumir que su situación ya es "imposible".
El consejero también ha señalado que cuando Endesa recibió el permiso de voladura, Vox no estaba en el Gobierno de Castilla y León y ya entonces se iniciaron los trabajos para colocar los explosivos y volar las torres con una carga muy pequeña. "Las torres están en un proceso ya irreversible y su recuperación costaría un dineral", ha zanjado, reiterando que cuando se dio el permiso de demolición "se determinó una realidad que no se puede corregir tres días antes del día previsto para la voladura porque esos trabajos estaban ya hechos".