El consejero de Cultura nunca apostó por el BIC de las torres de Compostilla
Asegura disentir con lo que se hizo días antes de la demolición y que esta es «irreversible»
El 24 de noviembre, tan solo unos días antes de la fecha prevista para la demolición de las torres de refrigeración de la central térmica Compostilla II (Cubillos del Sil), el portavoz de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Fernández Carriedo, anunció la orden de paralización de los trabajos de derribo con la intención de incoar un expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de dichas torres y una chimenea a la que le atribuyó valores patrimoniales. Una decisión con la que nunca estuvo de acuerdo el consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja, a tenor de las declaraciones que ayer mismo realizó durante su participación en un acto en Palencia. «Disiento de lo que se ha hecho con estas torres», afirmó en declaraciones recogidas por la agencia Efe.
El consejero insistió en que el coste de mantenerlas sería «muy alto». Dijo que hay que «ser realistas» y asumir que su situación es ya «imposible». La demolición de las torres de refrigeración es «irreversible», sentenció Gonzalo Santonja, para quien fue un error tratar de indultarlas tan solo unos días antes del 1 de diciembre, cuando se había previsto y ya preparado la detonación de estas grandes estructuras de hormigón.
«Las torres están ya en un proceso irreversible y su recuperación costaría un dineral. Cuando se autorizó su demolición, se determinó una realidad que no se puede corregir tres días antes del día previsto para la voladura, porque esos trabajos estaban ya hechos», defendió la máxima autoridad de la Consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León.
Según recoge la agencia Efe, Santonja aseguró que desde la Consejería de Cultura nunca se inició el trámite de declaración de Bien de Interés Cultural y consideró que la situación ideal no sería la de convertirlas en un museo, sino que continuaran en producción. Insistió reiteradamente en el alto coste de su conservación como elemento patrimonial y dio por zanjado cualquier debate al respecto. «Costaría un dineral», dijo.
El consejero de Cultura también señaló, en su comparecencia en Palencia, que cuando Endesa obtuvo los permisos para la voladura no era Vox (partido al que él pertenece) quien estaba en el gobierno de Castilla y León. Con ello quiso decir que sin tener su partido responsabilidad alguna, ya se autorizaron los trabajos para la colocación de explosivos y para volar las dos torres.