FIN DE UNA ÉPOCA EN EL BIERZO
Las chimeneas de Compostilla ya tienen fecha para su demolición
El Ayuntamiento de Cubillos anuncia en un bando que la voladura de las torres de refrigeración y la chimenea del grupo 3 será el jueves 26 de enero, a la una de la tarde
El alcalde de Cubillos del Sil, Antonio Cuellas, ha hecho público un bando en el que anuncia para el próximo día 26 de enero, jueves, a las 13 horas, la voladura de las torres de refrigeración de los grupos 4 y 5 de la central térmica de Compostilla y de la chimenea del grupo 3 "en el marco de las obras de desmantelamiento". Se conoce así la fecha definitiva para echar abajo todo un símbolo de la producción eléctrica en el Bierzo después de que su demolición se suspendiera el pasado 4 de diciembre tras una orden de la Junta de Castilla y León para valorar su declaración como Bien de Interés Cultural.
El Ayuntamiento de Cubillos da cuenta en el bando de las zonas de exclusión y el perímetro de seguridad y del protocolo del día del disparo y el cronograma.
Tras un estudio de su coste, la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León descartó a finales de diciembre esa posibilidad. Durante las últimas semanas, partidos como el PRB y Coalición por el Bierzo han pedido nuevos informes sin éxito, y todo apunta a que el día 26 de enero pasará a la historia del Bierzo como el fin de un emblema del desarrollo económico ligado al Bierzo y al propietario de la central, Endesa. De todas formas, aún quedan dos chimeneas en pie, que serán demolidas en una fecha posterior.
En ese estudio, realizado por la empresa Estudio de Ingeniería Civil SL, en colaboración con otra firma, Ingeturarte SL. se alertaba de la "magnitud" de los trabajos de reparación y de mantenimiento de las chimeneas. Sólo la chimenea del Grupo III supondría el desembolso de 240.942 euros para su reparación y el mantenimiento, casi un millón durante 25 años. En el caso de cada una de las torres de refrigereración, sería de 3 y 5,3 millones respectivamente, sólo la reparación, y de 5,3 millones cada una su mantenimiento hasta 2048.
En total, la Junta debería abonar más de 20 millones de euros durante los próximos 25 años, "y ello sin contar", añadía la Consejería en una nota, "la futura indemnización a Endesa por las pérdidas generadas en derechos ya adquiridos al no poder valorizar los materiales provenientes de una demolición no ejecutada y el incumplimiento de los contratos formalizados con las empresas encargadas de dicha demolición".
La Consejería también justificó la decisión en que podrían resultar "seriamente afectados los principios de racionalidad, eficacia y eficiencia en la asignación de los recursos públicos".