Compostilla II entra en la Lista Roja a ocho días de volar las torres
Es un último intento por paralizar la demolición, fijada ya para el jueves día 26 a las 13.00 horas
Pocas horas después de que el Ayuntamiento de Cubillos del Sil diera a conocer, mediante la publicación de un bando, la fecha definitiva —el 26 de enero a las 13.00 horas— de la voladura de las dos torres de refrigeración y de la chimenea G3 de la central térmica Compostilla II, Hispania Nostra hizo pública y formal su decisión de incluir dicha instalación en la Lista Roja que recoge los elementos patrimoniales en peligro de desaparición. Y el de la térmica es inminente.
El paso dado por el comité científico de la asociación enfocada en la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de España pretende ser una llamada de atención, un intento por detener lo que el propio consejero de Cultura de Castilla y León, Gonzalo Santonja, ha dicho que es irrevocable. Su inclusión en la Lista Roja refuerza la posición de quienes se afanan en defender su preservación, haciendo hincapié en su valor histórico y testimonial.
La paralización urgente de los trabajos de demolición de Compostilla II ordenada por la propia Junta a finales de noviembre, para iniciar un procedimiento administrativo que culminaría en la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de las torres y chimeneas, no fue más que un espejismo, pero la realidad rompió el reflejo antes de terminar 2022, cuando Patrimonio Cultural dejó claro que mantener dichos elementos es inviable por el elevado coste que supondría.
«Las torres de refrigeración y las chimeneas de Compostilla II cuentan con un fuerte reconocimiento comunitario en su dimensión patrimonial y paisajística. La desaparición de estas estructuras supondría una perdida irreparable para el paisaje industrial del Bierzo y la consiguiente alteración de las relaciones perceptivas que permiten una interpretación de los procesos de aprovechamiento histórico de este territorio que dio nombre a la Carta del Patrimonio Minero de España», recoge Hispania Nostra en el argumentario sobre la inclusión de la térmica de Cubillos del Sil en la Lista Roja.
El comité científico que analiza el caso concreto de cada elemento patrimonial y determina la idoneidad o no de que pase a forma parte del ‘listado de la vergüenza’ también apela «al valor testimonial de estas instalaciones», ya que —defienden sus miembros— «constituyen elementos fácilmente interpretables que aluden a actividades industriales extinguidas en España de los que deriva, en buena medida, la crisis ambiental provocada por la emisión de gases de efecto invernadero». Igualmente, destaca «la propia singularidad de estas estructuras, no solo por sus dimensiones, sino también por la escasez de elementos similares que se conservan en el mundo».
La inclusión en la Lista Roja de la primera central térmica que Endesa levantó en España puede ser concebido como el último intento de los defensores del patrimonio industrial por conservar lo que durante unos días creyeron que sería protegido. En las últimas semanas, formaciones políticas como el Partido Regionalista del Bierzo (PRB) y Coalición por el Bierzo (CB) han pedido, sin éxito, a la Junta de Castilla y León nuevos informes sobre la inviabilidad que argumenta para mantener la torres de refrigeración.
En ese estudio, realizado por la empresa Estudio de Ingeniería Civil SL en colaboración con Ingeturarte SL, se alerta de la «magnitud» de los trabajos de reparación y de mantenimiento de las estructuras. Solo la chimenea del Grupo III supondría el desembolso de 240.942 euros para su reparación y el mantenimiento se llevaría casi un millón en 25 años. En el caso de las torres de refrigereración, la inversión necesaria para la reperación sería de 3 y 5,3 millones, respectivamente, y el mantenimiento de cada una costaría 5,3 millones hasta 2048.
Por lo tanto, todo apunta a que el día 26 de este mismo mes, en cuestión de una semana, tres de los elementos más identificativos de la central Compostilla II pasarán a la historia y con su voladura se pondrá fin a un emblema del desarrollo económico del Bierzo y del mismo propietario de la central, Endesa. De todas formas, aún quedarán las dos grandes chimeneas en pie, a expensas de ser derribadas en una fase posterior.