PATRIMONIO
Así se recupera el 'teitado' de paja de una palloza en Campo del Agua
La Junta invierte 32.000 euros en restaurar el tejado del edificio tradicional en el municipio de Villafranca del Bierzo
Barjos, cuelmos y vincallos. No se trata de ningún conjuro, sino de los materiales que se han empleado para recuperar el tradicional 'teitado' de paja de una de las pallozas de la aldea de Campo del Agua en Villafranca del Bierzo. La Consejería de Cultura, a través de fondos desconcentrados de la Delegación Territorial ha invertido algo más de 32.000 euros en la recuperación del tejado en el edificio puesto a disposición por el Ayuntamiento.
El barjo, explica la Junta, es una losa de piedra de forma rectangular que separa el agua de lluvia del muro. los cuelmos se obtienen de la caña del centeno y recubren la parte superior del tejado. Y los vincallos son cuerdas de caña que unen los cuelmos hasta conseguir un espesor de 35 centímetros en la techumbre.
La palloza, visitada por la delegada de la Junta en León, Ester Muñoz, y el alcalde de Villafranca, José Manuel Pereira, cuenta con un muro perimetral de manpostería, de 70 centímetros de grosor y una altura máxima de dos metros, con dos partes ovales unidas entre sí por muros rectos no paralelos. La estructura de la cubierta está realizada en madera de castaño bravo.
La Junta destacó este sábado que las pallozas son "un ejemplo de construcción inteligente frente a las situaciones climáticas extremas" y ofrecen protección frente al viento con su planta redondeada y frente a la nieve con la pendiente y frente al frío con el alto poder aislante del tejado de paja. Las pallozas de Campo del Agua y los espacios de El Regueral y Las Valiñas están bajo protección genérica de la Junta desde la aprobación en 1984 de un decreto que defiende la conservación de elementos de la arquitectura tradicional como las casas de tejado de paja y los hórreos.
En el centro, el alcalde, José Manuel Pereira, y a la derecha, la delegada de la Junta, Ester Muñoz. DL
En Campo del Agua, sus pobladores las habitaban en periodos más cálidos, de acuerdo con su sistema de vida trashumante, y pasaban el invierno en la localidad de Aira da Pedra. Cada primavera regresaban a Campo del Agua para que el ganador dispusiera de los mejores pastos y para recuperar los cultivos.