Así fue el primer Festival del Botillo. Cocina del Hotel Lisboa y un tamborilero de Calamocos

El Festival del Botillo nació casi en verano. Hace ahora medio siglo y como una parte más de las fiestas de la Salida del Santo que Bembibre y el arciprestazgo del Boeza celebran cada siete años para agradecer la ayuda de Ecce Homo con una pertinaz sequía en la noche de los tiempos (allá por el siglo XVII), un grupo de entusiastas del embutido entre los que se encontraba el alcalde Alberto Blanco, decidieron que el calor no iba a ser un obstáculo para rendirle homenaje al que ya era un seña de identidad de la gastronomía del Bierzo.

Reunidos en la vieja sala de fiestas Dancing Club, con los cocineros del Hotel Lisboa de Ponferrada a los fogones, animados por el sonido de la flauta y el tambor del tamborilero de Calamocos Miguel Tercero, y con la orquesta de Manuel de Gracia y los Montenegro para que el baile ayudara en la digestión, los comensales disfrutaron de un botillo con cachelos un 10 de junio de 1973. Y cuenta el historiador Manuel Olano que a los postres, mientras la orquesta casi casi afinaba sus instrumentos, los congregados le pidieron al abogado Antonio Díaz Carro que le dirigiera unas palabras a quienes se sentaban en la mesa. Así nació también la figura del mantenedor. El plato de pobres que era el botillo, «los desperdicios del gorrino» en la matanza, en palabras de Olano, entraba por la puerta grande en la mesa más exquisita.

Antonio Díez, autor después de una Historia de Bembibre muy consultada en los colegios de la villa, fue el primero de una serie de personajes cada vez con mayor relevancia nacional invitados a hablar del botillo y de lo que les pareciera, que en 50 años de historia ha traído a Bembibre a futuros presidentes del Gobierno como José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, al que después sería presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, a periodistas como Luis del Olmo, Fernando Ónega, a escritores como Antonio Pereira y, vuelto desde el más allá, Enrique Gil y Carrasco en su bicentenario (2015), incluso al ex seleccionador de fútbol Vicente del Bosque.

El festival fue éxito temprano. Tanto que pronto se desvinculó de la Salida del Santo y cambió el calor de junio por los fríos de febrero. Eso sí, en 50 años nunca ha abandonado el rey de la gastronomía del Bierzo su cortejo de chorizo y de cachelos, grandes rivales a la hora de hacer la digestión.