CSIF denuncia deficiencias serias en Hemodiálisis a un mes de su apertura

La nueva unidad de Hemodiálisis del Hospital El Bierzo entrará en servicio en un plazo aproximado de un mes tras una inversión que ronda el medio millón de euros y lo hará entre críticas sindicales por deficiencias provenientes de CSIF, que ayer que el nuevo servicio «no cumple los requisitos necesarios para ponerse en marcha» por falta de espacio, insuficientes tomas de oxígeno, carencia de mobiliario y falta de vestuarios propios y de un despacho de supervisión. Una versión que la propia directora médica, Cristina Buelta, corrigió en declaraciones a este periódico, asegurando que el planteamiento de espacios que hace la organización sindical se correspondería con una unidad para 46 pacientes, cuando en el Bierzo hay 35.

«Ahora mismo sobra espacio», aseguró Buelta, que también reprochó al sindicato su falta de diálogo para resolver las dudas que pueda tener con respecto a una unidad que todavía está en fase de construcción. Actualmente, se están realizando las comprobaciones de seguridad del circuito de agua que implica la técnica médica. Un proceso que tiene una duración de unas cuatro semanas. Cuando este termine, se hará la transferencia del servicio al nuevo espacio y, en un plazo de entre y tres y cuatro meses, se completará con la diálisis peritoneal, que es un tratamiento para la insuficiencia renal que utiliza el revestimiento del abdomen o vientre del paciente para filtrar la sangre dentro del organismo. Algo que no se está haciendo en el Hospital El Bierzo y que obliga a derivar a los pacientes —hay siete en este momento— al Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), donde no solo les inician en el proceso sino que llevan el seguimiento.

La denuncia que CSIF ha presentado ante el Comité de Seguridad y Salud del área apunta «incumplimientos en materia de protección de riesgos laborales que afectarían a las condiciones laborales de los trabajadores y al buen funcionamiento de la unidad». La organización describe un servicio con «falta de espacio de paso entre algunas camas de las salas de infecciosos, agudos y crónicos» y pasillos de circulación interior estrechos; una unidad donde «cada dos puestos habilitados uno no dispone de las tomas de oxígeno y de vacío necesarias» y que carece de vestuarios propios que permitan al personal «cambiarse de uniforme en mitad de turno o ducharse con medidas de desinfección debido al trabajo continuo con sangre de los pacientes». Asegura que también faltan lavabos y estores o cortinas y que «tampoco hay previsión de ubicar el despacho de la supervisión de la unidad en este mismo espacio».

Por contra, la directora médica del Hospital El Bierzo ha garantizado que «bajo ningún concepto va a haber conflicto de espacio ni riesgo de capacidad». Aseguró que la nueva unidad será mayor que la actual para el mismo número de pacientes, de tal forma que de los diez puestos para hemodiálisis actuales —de lo que se utilizan ocho— pasará a haber doce. Cada puesto tiene una capacidad máxima para cuatro pacientes a la semana, es decir, con diez puestos se pueden atender a 40 pacientes semanales y con los doce de la futura unidad se podría llegar a 48. Pero eso, insistió Cristina Buelta, es una previsión a futuro que además habrá que valorar.

En relación a los vestuarios propios que reclama CSIF, la directora médica explicó que se han invertido 700.000 euros en la construcción de un vestuario general con más de 700 taquillas para todo el hospital. Una obra ya concluida que está pendiente de recepción y que ha sido pensada, precisamente, para resolver el conflicto de espacio que sí tiene el Hospital El Bierzo. Lo que se ha hecho es eliminar las zonas ocupadas por vestuarios en cada servicio o especialidad y reunirlos todos en un mismo espacio para destinar los huecos que quedan libres a prestación asistencial.

Por eso, ni Hemodiálisis ni ninguna otro unidad tendrá vestuario propio, explicó al directora médica, que sí garantizó que lo que habrá en Hemodiálisis es un baño con ducha y una zona de pijamas desechables para garantizar la desinfección y la seguridad de los profesionales que están en contacto diario con la sangre de los pacientes.

«Conflicto de espacio podría haber si tuviéramos que manejar doce puestos a la vez, pero no va a ser así porque no hay ese número de pacientes», volvió a recalcar la directora médica, para después recordar que, en todo caso, la unidad no está todavía operativa y que si una vez que esté en funcionamiento se detectan desajustes, se irán abordando en función de las necesidades. «La optimización de puestos se hará cuando la unidad esté en funcionamiento», afirmó.