Los vertidos fecales invaden el cauce del río Boeza a su paso por Ponferrada
El cauce fluvial bajaba esta semana color marrón y la margen derecha presenta un estado de abandono, con basura de vertidos fecales
En el Ayuntamiento de Ponferrada hay gestores que, o no se enteran o no se quieren enterar. El río Boeza a su paso por el casco urbano —en buena parte del trazado por su margen derecha, desde el barrio del Puente Boeza hasta su desembocadura en el Sil, (apenas unos metros aguas abajo del puente del Ferrocarril)— presenta un estado de abandono y dejadez elevado.
Cualquiera que desee dar un paseo por la zona ribereña del río podrá comprobar los efectos de la basura procedente del alcantarillado, desperdigada. Lo que más llama la atención a la vista es la cantidad de papel y toallas de uso higiénico desperdigadas por la zona. Especialmente acumuladas —enganchadas de los zarzales— se ven justo al otro lado del barrio del Puente Boeza, a escasos metros del puente del mismo nombre.
A todo ello, la semana que terminó ofrecía una desoladora imagen del río Boeza, dado que sus aguas bajaban completamente de color chocolate y contrastaban en su confluencia con las del río Sil(ver foto), perfectamente verdes y limpias para estas fechas de finales del invierno.
Es sabido que hubo problemas con las tuberías del alcantarillado que baja pegado al río Boeza, pero han pasado las semanas y en la zona se pueden ver registros de aguas fecales sin la tapa metálica. Además del peligro que puede suponer para alguien bien despistado que camine por la zona, la insalubridad del lugar es otro de los añadidos a la situación de dejadez e imprevisión del equipo de gobierno que dirige el alcalde Olegario Ramón.
En esta zona de ribera estaba proyectado y desde el Ayuntamiento se vendió políticamente varias veces el proyecto de huertos urbanos. Como se recordará, hubo conversaciones entre el Ayuntamiento y el Consejo Comarcal del Bierzo para sacar adelante esta iniciativa. Sin embargo, ahora mismo en esa misma zona, de lo dicho, nada de nada.
En el tramo se han ejecutado obras de mejora del colector, pero hasta la fecha, esta parte del río Boeza ofrece una imagen nada edificante. Se da la circunstancia que al desbrozar el camino con las máquinas para el soterramiento del colector son cada vez más los vecinos de Ponferrada, especialmente los de la zona del barrio de las Quintas y también de la Estación, que pasean con sus mascotas. Con todo, en el recorrido sobre el terreno para elaborar este reportaje, los paseantes consultados no ocultaban su descontento por cómo se encuentra el lugar, que junto con el Pajariel, formaría parte de lo que se ha dado en llamar anillo verde de Ponferrada. De momento, le falta verde natural.