El Bembibre histórico ya es BIC
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó ayer su declaración como Bien de Interés Cultural casi medio siglo después de que se incoara el expediente, en 1975
Uno de los ejemplos del Bembibre modernista. ANA F. BARREDO
A mediados del pasado mes de diciembre, más de 47 años después de que la entonces Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural del Ministerio de Educación y Ciencia firmara la incoación del expediente para la declaración de Conjunto Histórico Artístico del casco antiguo de Bembibre, la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León sacó a información pública el expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Un expediente ya resuelto y aprobado, ayer mismo, por el Consejo de Gobierno. Así se pone fin a casi medio siglo de espera desde que se iniciara el proceso en el año 1975.
La zona afectada por la especial protección es la comprendida por la iglesia de San Pedro, en el centro de la plaza Mayo, así como la del castillo y el recinto murado de Bembibre. De una forma más precisa, el BIC recién instaurado comienza en el eje de la calle Doctor Fleming e incluye las calles Oscura, Alcalde Santiago Basanta, Capitán Río, Peregrinos, La Escuela, Don Pelayo, La Revuelta, Castilla, Eloy Reigada y Villafranca. Todas ellas y los espacios intermedios.
«Bembibre, que se configura como un valioso documento histórico expresión de la forma tradicional de vida y su evolución a lo largo de la historia, es una villa con un fuerte carácter industrial que presenta un conjunto histórico heterogéneo, en el que aún se reconocen los rastros de su trama urbana», subraya la Consejería de Cultura en el informe de aprobación del Conjunto Histórico Artístico.
Cultura hace especial hincapié en los «interesantes ejemplos de arquitectura popular berciana», caracterizada por el uso de piedra, madera y pizarra; así como en los «singulares ejemplos de edificaciones burguesas, testigos del auge del carbón y de la trama urbana en que se asienta, así como destacados inmuebles de arquitectura modernista, reflejo de la importancia de la burguesía industrial de principios del siglo XX».
Ejemplos de esos elementos de la arquitectura modernista subrayados por el informe al que ayer dio paso el Consejo de Gobierno son la casa del Notario, la casa del comerciante Higinio González, de estilo mudéjar; la casona del médico José Cubero, la Casa Reigada, en la que sobresalen sus balconadas con motivos de inspiración neobarroca; y el edificio Villarejo, una casa palaciega de tres alturas cuya planta baja se dedicó históricamente a la actividad comercial y que el Ayuntamiento de Bembibre compró hace unos años con la intención de darle uso como centro cultural.
Un poco de historia
Durante el siglo XII y hasta principios del XIII, Bembibre fue sede condal y núcleo urbano en el que convivieron comunidades de diferente signo religioso. Por ello, conserva un patrimonio edificado testigo de la evolución económica y social correspondiente a diversos momentos históricos.
En el centro de la villa, sobresale la plaza en la que se alza la iglesia de San Pedro, que en origen fue una sinagoga construida en el silo XII, hasta que desde finales del XV y hasta su destrucción por un incendio en plena Guerra Civil se destinó al culto cristiano. El templo actual conserva la puerta románica del siglo XII y restos de los siglos XVII y XVIII.
En la parte más alta y alrededor del castillo se asentaba, protegida por el recinto murado, la población en la Edad Media. «A pesar de que la configuración actual de la villa ha perdido en gran parte su estructura y morfología medieval, se trata de un asentamiento histórico con una estructura física característica de los recintos amurallados, que conserva su original trama urbana y un conjunto de bienes inmuebles con características uniformes que le confieren una identidad digna de su preservación y conservación», afirma Cultura.