El conflicto de la limpieza se encona tras la negativa del alcalde a mediar

El conflicto de la recogida y limpieza viaria de Ponferrada cumple hoy su quinta jornada con las posiciones de partida inamovibles tanto por parte de la empresa, FCC, como de los trabajadores, que siguen recibiendo el apoyo de otras secciones sindicales como Roldán o LM.

El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, lamentó ayer los «perjuicios importantes» causados por la huelga indefinida. Ramón criticó la aparición de «numerosos contenedores volcados y basura esparcida voluntariamente por la calle» y animó a empresa y sindicatos a seguir negociando para alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto, informa Ical.

En ese sentido, insistió en que ese eventual acuerdo «no va a suponer que los ponferradinos pongan un sólo céntimo adicional» y respondió a las críticas del Comité de Empresa sobre su alineamiento con la postura de la adjudicataria y sobre su supuesta falta de defensa de la parte social. «La labor del alcalde es defender a toda la ciudad, no a una parte», subrayó. Y añadió, también en respuesta a las críticas de los responsables de CGT: «No hemos detectado incumplimientos por parte de la empresa».

El seguimiento de la huelga, sin contar los servicios mínimos, fue del 100% de la plantilla de recogida y el 75% de la de limpieza. Además, como en noches anteriores, se encontraron un gran número de contenedores de carga lateral vandalizados, lo que provocó una ralentización de los trabajos de recogida, según la empresa.

El comité de huelga, liderado por CGT, denunció ayer «esquirolaje tanto interno como externo», prácticas «prohibidas por la ley, recordó en un comunicado.Así, desveló que trabajadores de parques y jardines están siendo enviados a barrer calles y plazas.

Por su parte, el portavoz de USE Bierzo, Samuel Folgueral, calificó de «inaceptable» que la máxima autoridad del Ayuntamiento «se ponga de perfil y diga que nada tiene que ver en la conflictividad entre la masa laboral y la empresa». «El alcalde se limita a decir que es un conflicto entre partes», lamentó Folgueral, que reprochó a Ramón que «avive el fuego con sus declaraciones y trate de impedir que los trabajadores ejerzan su derecho constitucional a la huelga».

Folgueral defendió que el servicio «funcionó perfectamente, no tuvo conflictividad social y alcanzó el visto bueno del comité de empresa» durante su etapa al frente del Consistorio, mientras que sufrió una huelga y el principio de otra «arregladas con dinero de la ciudadanía» durante el mandato de su sucesora, Gloria Fernández Merayo. «El señor Ramón, con su contrato que ya calificamos de deficiente en su momento, en menos de un año tiene la huelga en la calle», concluyó Folgueral, que auguró que «esto tiene pinta de ir para largo».