Autocombustión en las viejas escombreras de la Gran Corta de Fabero
La Junta y Tragsa valoran los gases generados en el movimiento de tierras durante los trabajos de restauración tras las últimos lluvias
Tras las precipitaciones de las últimas semanas, la Junta de Castilla y León ha alertado al servicio de prevención de Tragsa, empresa que ejecuta las obras de restauración de la Gran Corta de Fabero, de la necesidad de implantar medidas como la utilización de mascarillas por parte de los trabajadores, al detectarse emisiones procedentes de la autocombustión de la antigua escombrera.
Esas mascarillas con filtros, protegen de vapores orgánicos, inorgánicos, gases ácidos y amoniaco, según explican fuentes oficiales.
En estos días se están realizando mediciones de emisiones en tiempo seco y húmedo, ya que la combustión de las escombreras se acentúa con la presencia de agua.
Una vez que se disponga de los resultados de las emisiones, el equipo técnico valorará la objetiva peligrosidad de los trabajos, según las mismas fuentes.
El proyecto de la Gran Corta de Fabero afecta a los términos municipales de Fabero del Bierzo, Berlanga del Bierzo y Páramo del Sil con un total de 722,24 hectáreas y una inversión de 38 millones de euros.
Después de meses de retraso, las actuaciones que se están desarrollando son la remodelación del terreno, con un volumen de movimiento de tierras de 10.696.200 metros cúbicos; una restauración vegetal, que incluirá el diseño de rodales de preparación de terreno, revegetación herbácea y plantación forestal; el remodelación de la red hidrográfica y drenajes, que plantea la recuperación de una nueva red hidrográfica estable, manteniendo en lo posible la vertiente de las aguas previa a la explotación y la recuperación y reconstrucción de fósiles, creación de recorridos educativos y mesas de interpretación.
Los trabajos cuentan con financiación de fondos europeos en el marco de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El plazo de ejecución de las obras es de 36 meses.
La obra se ejecuta por parte de Tragsa con medio propios, mientras que la dirección de las obras se ha acordado el encargo a la Sociedad de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), que ha designado a diferentes técncios para el control y toma de decisiones en el mayor cielo abierto de Europa.