El alcalde de Cabañas: «No sabía que me podía abstener»
La Fiscalía le pide diez meses de cárcel por negociación prohibida
«Si hubiese sabido que me podía abstener, no estaría aquí ahora mismo. En ningún momento el secretario hizo ninguna mención sobre ello, pero si me lo hubiera hecho lo habría hecho porque no he ido nunca en contra de un informe de Secretaría». Con estas palabras, el alcalde de Cabañas Raras, Juan Marcos López, aseguró que desconocía que podía abstenerse en el proceso de adjudicación de una parcela del polígono industrial de la localidad leonesa en el proceso de la adjudicación de una parcela a una sociedad de su propiedad. «Nunca quise ningún problema», insistió.
Juan Manuel López, que era en el momento de los hechos el alcalde de Cabañas Raras y lo sigue siendo en la actualidad, ofreció su versión de los hechos en la Audiencia Provincial de León, donde se celebra hasta mañana un juicio contra su persona por un presunto delito de negociaciones prohibidas a funcionarios.
El regidor, que reconoció que «podría haber ubicado la empresa en otro lugar pero lo hizo en Cabañas Raras para ayudar al pueblo», detalló que la parte administrativa de la sociedad Clínica Veterinaria Bierzoo SLP llevaba su mujer, de modo que él «no tomaba las decisiones», ya que «siempre quiso desvincularse», por lo que «lo decidió su mujer», al ser ella «la que más gestiona».
Para la creación de dicho negocio, obtuvo una subvención de 53.819 euros subvención, pedida con anterioridad a 2016, y vinculada a que la actividad se efectuara en un determinado lugar -la parcela 97 del polígono de Cabañas Raras-, aunque el acusado no pudo dar mucho detalle al respecto al insistir en que la gestión era de su mujer. No obstante, sí trasladó que la subvención era solo para la obra civil.
Sobre la ubicación en la citada parcela, que pertenecía al Ayuntamiento, detalló que fue «porque estaba libre, al igual que otras contiguas donde también podría haberse ubicado», y que se eligió esa aunque todavía no estaba en su poder «porque la empresa que la tramitó tenía un plazo determinado», no porque tuviera claro que la parcela fuera a ser para él.
«Cuando hay un interés por una parcela se inicia un procedimiento y hasta la fecha nunca ha habido una proposición de otra empresa sobre la 97, de modo que si en ese momento hay otra personas que se interesa, se hubiera gestionado un expediente de otra», apuntó. Sobre el hecho de que esa parcela no se anunciara en subasta pública, que «desconoce por qué no se anunció, porque nunca quiso hacer nada en contra», aunque quiso dejar claro que su voto «no fue trascendente».
Preguntado sobre su deber de abstención en la adjudicación y procedimiento, aseguró desconocerlo, de modo que «si lo hubiese sabido, no estaría aquí ahora mismo» y puntualizó que «en ningún momento el secretario hizo ninguna mención para la abstención», de modo que si se lo hubiera dicho «lo habría hecho», ya que «no he ido nunca en contra de un informe de Secretaría». Así, insistió en que «no» lo hizo para que no se perdiera la subvención concedida para la instalación de la empresa en la parcela. También fue el secretario, comentó, quien le trasladó el precio de la misma. A preguntas de la acusación particular, el actual regidor explicó que fue su esposa quien solicitó en el registro la concesión de licencia para montaje de la empresa en la parcela, por lo que entiende que «el empresario sí conociera» que esta pertenecía a su propiedad. Apuntó que este mismo secretario fue el que le dio a ella información sobre lo que tenía que meter en el sobre para participar en la subasta que dijo no percatarse de que «se estaba adjudicando a un precio inferior», al abrirse dos plicas.